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Desde 1993, la pobreza infantil en Estados Unidos se ha reducido en más de un 80%, revela de un nuevo informe de Child Trends.
De acuerdo con los datos, en dicho año, la tasa de pobreza infantil era del 27,9% pero para el 2021 cayó a un mínimo histórico de 5,2%.
La importancia de esta cifra radica en que mientras menos niños crezcan en pobreza, tendrán más oportunidades, ya que crecer bajo esas condiciones afecta todas las facetas de la vida adulta, desde la salud hasta la riqueza.
Renee Ryberg, coautora de un nuevo informe de Child Trends , ahondó más al respecto: “Menos niños que crecen en la pobreza es bueno para el futuro (…) Es tan simple como eso.”
Las mejoras en la vida de los niños y sus familias no solo se quedan ahí, además alcanzan beneficios a largo plazo para la sociedad, como menores tasas de delincuencia, menores costos de atención médica y más ingresos fiscales.
Axios indica que durante la pandemia, los beneficios gubernamentales ampliados como los cheques de estímulo o créditos fiscales por hijos ampliados, fueron los grandes impulsores de la reducción de la pobreza infantil en 2020 y 2021.
Y pese a que algunos académicos mostraron su preocupación respecto a que tras expirar el crédito fiscal ampliado por hijos, algunas de esas ganancias adicionales pudieran borrarse, lo cierto es que muchos de los factores impulsores detrás de la caída de la pobreza infantil son a más largo plazo.
De acuerdo con el New York Times, engloba un menor desempleo, aumentos del salario mínimo a nivel estatal, un aumento en la participación de las madres solteras en la fuerza laboral y expansiones de la red de seguridad.
Según señala el informe Child Trends, la reducción de la pobreza infantil ha afectado a todos los niños pobres en los Estados Unidos, pues este indicador ha bajado en todos los estados.
Asimismo, especifica que se ha reducido aproximadamente en la misma cantidad para los niños negros, los niños blancos, los niños hispanos, los niños asiáticos, los inmigrantes y los niños en hogares monoparentales o biparentales.
El Congreso y la Administración Biden se enfrentan ahora a una dura elección: ampliar el Crédito Fiscal por Hijo o permitir que se evaporen todos los logros contra la pobreza infantil conseguidos en los dos últimos años, con lo que millones de niños volverían a caer innecesariamente por debajo del umbral de la pobreza. Las investigaciones han demostrado que los ingresos adicionales procedentes de políticas como el crédito fiscal por hijos mejoran la salud, el rendimiento educativo, los ingresos futuros y las perspectivas de vida de los niños de familias con bajos ingresos. Los nuevos datos del Censo subrayan que este éxito político, si los responsables políticos actúan, podría cambiar el futuro de millones de niños en nuestro país.
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