Foto:
Sean Rayford / Getty Images
El gobernador Tate Reeves declaró el estado de emergencia y dijo que una crisis de agua en la ciudad más grande de Mississippi amenaza las “necesidades críticas” y no tiene un final a la vista.
Si bien los residentes están acostumbrados a los desafíos del agua, la escasez actual de agua potable es particularmente peligrosa, dijo.
“Es una situación muy diferente de un aviso de hervir el agua, que también es una situación grave a la que los residentes de Jackson se han vuelto trágicamente insensibles“, dijo Reeves.
“Hasta que se arregle, significa que no tenemos agua potable confiable a escala. Significa que la ciudad no puede producir suficiente agua para descargar inodoros de manera confiable, combatir incendios y satisfacer otras necesidades críticas”.
El alcalde de Jackson, Chokwe Antar Lumumba, dijo que espera que la nueva crisis impulse a varios niveles de gobierno a abordar el deterioro de la infraestructura de tratamiento de agua de la ciudad.
“La ciudad de Jackson está agradecida por el apoyo que ahora estamos recibiendo del estado”, dijo Lumumba.
“Hemos estado trabajando solos durante la mayor parte de los dos años en lo que respecta a la crisis del agua de Jackson. He dicho en múltiples ocasiones que no se trata de si nuestro sistema fallaría, sino de cuándo”, insistió.
“Reemplazar la infraestructura de agua potable de nuestra ciudad más grande con distribución humana es una tarea logística enormemente complicada. Necesitamos proporcionarlo para hasta 180,000 personas, por un período de tiempo desconocido”, dijo.
Lumumba declaró una emergencia en el sistema de agua el lunes por la noche después de que la inundación del río Pearl interrumpiera una importante instalación de procesamiento de agua.
Leer más:
Trump contrata a exprocurador de Florida como su abogado de defensa en el caso de Mar-a-Lago
Gobernador Kemp será “obligado” a testificar en investigación contra Trump en Georgia
La extraña respuesta de Kamala Harris sobre quién está pagando los préstamos estudiantiles
