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Entre las medidas electorales que serán sometidas ante los votantes de California este 8 de noviembre, está la Proposición 30, cuyo propósito es simple: aquellos residentes del estado que ganen más de dos millones de dólares al año verán sus impuestos aumentados en 1.75%, y los fondos así obtenidos financiarán programas para combatir los efectos del cambio climático en nuestra población.
El popular gobernador Gavin Newsom atacó recientemente la proposición al grado de protagonizar un breve video alegando que no es lo que parece, sino la maniobra de una empresa de transporte. Esta supuestamente financia la medida para así cumplir la regulación estatal que le obliga a que en 2030, el 90% de los vehículos de viaje compartido sean eléctricos. Sin embargo, una lectura del texto no lo confirma. Asimismo, apoya la medida el Partido Demócrata de California, entre otros.
Lo que sí hará la también llamada Ley de Autos Limpios y Aire Limpio, será aumentar la disponibilidad de vehículos eléctricos en nuestras carreteras al financiar la ayuda a sus compradores. En detalle, el dinero recaudado “se usará para financiar reembolsos, préstamos, subvenciones y otros incentivos financieros y para la educación pública necesaria para garantizar que los residentes de California estén informados y educados sobre cómo utilizar esos programas”, como dice el texto de la Proposición.
También pagará por una expansión adicional a la actual y a la proyectada por el gobierno estatal, de la infraestructura vial (especialmente estaciones de carga) que mantendrá la flota de automóviles eléctricos. Y financiará el combate a los incendios forestales, una de las consecuencias más trágicas y destructivas del calentamiento global en California.
De esa manera es más factible que California cumpla con la ambiciosa meta del mismo gobernador, de que en 2035 ya no se vendan nuevos vehículos de combustión interna en el estado.
Y estas medidas contribuirán a la lucha contra la contaminación ambiental, que perjudica especialmente a nuestra comunidad latina y la población afroamericana, concentrados en zonas de alta contaminación como a lo largo de los freeways del condado de Los Ángeles, causando una proliferación de graves enfermedades de la vía respiratoria.
Si es aprobada, la Proposición 30 recaudará unos 100,000 millones de dólares en las próximas dos décadas. De ellos, 45% se dedicarán a subsidios para comprar vehículos eléctricos (EV) y otros de cero emisiones (ZEV); 35% para expandir la red de estaciones de carga eléctrica, y 20% para combatir y prevenir incendios forestales.
Para los activistas de organizaciones comunitarias latinas que apoyan la Proposición 30 es especialmente importante que los fondos así recaudados ayuden a desarrollar una red de cargadores en sus comunidades, que hoy es casi inexistente. Precisamente, el lenguaje especifica que se “priorizará las asignaciones para proyectos en comunidades de bajos ingresos, cerca de propiedades de viviendas multifamiliares que no pueden ser atendidas por la infraestructura de carga en el sitio”.
Ello llevará a la popularización general de los autos eléctricos y facilitará el abandono de los vehículos con motor de combustión interna que usan gasolina.
Para asegurarse de ello, la Proposición 30 se compromete a dedicar al menos el 50% de los ingresos de transporte en beneficio de comunidades de bajos ingresos.
Finalmente, respecto a los temores en cuanto a la administración de los fondos, el lenguaje legal estipula que la construcción de la red de cargadores estará administrada por la Comisión de Energía de California; los incentivos en la compra de nuevos carros, por la Junta de Recursos del Aire de California y la lucha contra los incendios, por el Departamento de Bosques y Protección de Incendios de California. Las tres son instituciones del gobierno estatal.
Por todo esto, recomendamos que el 8 de noviembre, votes ¡Sí a la Proposición 30!
