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La Corporación RAND dio a conocer un estudio donde detectó quienes han estado en prisión y se encuentran en libertad condicional a menudo suelen ser trabajadores con mayor motivación y con ambiciones más altas que el resto de los empleados donde les permiten laborar.
Al respecto, Dionne Barnes-Proby, investigadora de políticas sociales de RAND, señala que, al tener una oportunidad de reintegrarse a la sociales después de haber estado privados de su libertad, los exconvictos se esmeran más por hacer bien el trabajo que les asignan.
“Lo que nos dicen los empleadores es que las personas con antecedentes criminales tienen más hambre y están más comprometidos con el trabajo porque reconocen que se les está brindando una segunda oportunidad”, indicó.
Asimismo, Barnes-Proby menciona que esta característica les hace trabajar más duro y con mayor dedicación que sus colegas, lo cual los convierte en una excelente mano de obra para industrias como la construcción, la conducción de camiones o los servicios.
RAND estudió el programa “Sociedad de Capacitación Profesional” (Career Training Partnership) que ofrece educación y formación gratuitas a personas que se encuentran en situación de libertad condicional en el área de Sacramento, California, con el objetivo de facilitarles la reinserción laboral.
“Es un programa gratuito disponible para quienes se hallen en libertad condicional, pero en realidad tiene un precio porque lleva mucho tiempo y dedicación. En el largo plazo los resultados son buenos, pero mientras tanto estas personas tienen necesidades financieras”, subrayó la investigadora.
En este sentido, sugiere que este tipo de programas no sólo sean gratuitos, sino que también ofrezcan una retribución económica a quienes participen en ellos para cubrir sus necesidades financieras básicas.
No obstante, una de las claves para que este tipo de programas de reinserción laboral funcionen es que cuenten con el apoyo no únicamente de instituciones públicas y empleadores, sino también de organizaciones como sindicatos, con fuerza en ámbitos como la construcción, una de las salidas laborales más atractivas para personas que han estado en la cárcel.
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