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Una confluencia de enfermedades respiratorias ha hecho que algunos funcionarios de California adviertan sobre una posible triple amenaza que podría afectar los sistemas de atención médica, según publicó el diario Los Ángeles Times.
Partes del estado están experimentando el comienzo más temprano de la temporada de influenza en los últimos años, mientras que el virus respiratorio sincitial, o RSV, se está propagando ampliamente y enviando a un número significativo de niños pequeños a la sala de emergencias.
Proyectando una sombra adicional está la amenaza inminente de COVID-19, que muchos expertos en salud esperan que cobre fuerza en otoño e invierno a medida que más residentes viajen durante las vacaciones y el clima más frío impulse las actividades en el interior.
“Posiblemente estamos entrando en lo que la gente llama una ‘tripledemia’ o una ‘tridemia’”, advirtió la Dra. Regina Chinsio-Kwong, funcionaria de salud del Condado de Orange, quien el lunes declaró una emergencia de salud en medio de un aumento en los casos de RSV, la causa más común de neumonía e inflamación de las vías respiratorias entre los bebés.
Las advertencias de que la circulación de otro virus podría exacerbar los desafíos que plantea el COVID-19 no son nuevas.
En 2020, los funcionarios se prepararon para una posible “demia gemela” antes de la típica temporada de influenza. Y aunque se materializó un horrible aumento de COVID-19, la influenza se apagó.
El año siguiente se desarrolló de la misma manera: mucho COVID-19 pero no demasiada influenza.
Sin embargo, la temporada de influenza de este año ya comenzó y está demostrando una potencia que no se había visto en la era de la pandemia.
“Estamos viendo las tasas más altas de hospitalización por influenza desde hace una década”, dijo el Dr. José Romero, director del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., en una conferencia de prensa el viernes.
En lo que va de la temporada de influenza, ha habido dos muertes pediátricas relacionadas con la influenza a nivel nacional.
El condado de San Diego reportó su primera muerte por influenza de la temporada, un hombre de 55 años que tenía condiciones médicas subyacentes y no había recibido una vacuna.
“Todavía es temprano en la temporada de influenza y ya estamos viendo un aumento de casos, por lo que tenemos motivos para creer que la influenza podría ser extremadamente perjudicial este año”, dijo la semana pasada la Dra. Wilma Wooten, Oficial de Salud Pública del Condado de San Diego.
Desde octubre, el Departamento de Salud Pública de California ha identificado 10 muertes por influenza y tres muertes por RSV, según un análisis de los certificados de defunción. Una muerte por RSV ocurrió en un niño.
“La cantidad de influenza que estamos viendo está aumentando considerablemente”, dijo el martes el Dr. Muntu Davis, oficial de salud del condado de Los Ángeles.
“Este es el comienzo más temprano de la temporada de influenza que hemos experimentado en los últimos cinco años”, dijo al diario Los Ángeles Times.
Cada temporada de influenza es diferente, y es demasiado pronto para decir si la actividad de este año aumentará o disminuirá.
Tampoco está claro si el RSV y la influenza podrían surgir simultáneamente o si el primero dará paso al segundo, una tendencia aparente en otras partes del país.
En California, la actividad del RSV y la influenza está aumentando en todo el estado. La tasa de positividad para RSV, más del 15%, está en su punto más alto para esta época del año en al menos los últimos seis años.
La actividad de la influenza ya se considera alta en los condados de San Diego, Orange, Riverside, San Bernardino e Imperial, según el Departamento de Salud Pública de California.
Los dos hospitales pediátricos principales del Condado de Orange están “operando al nivel de su capacidad o más allá de su capacidad para atender” a niños con enfermedades respiratorias, con tiempos de espera en la sala de emergencias de cuatro a 12 horas, según Chinsio-Kwong.
Durante el período de siete días que finalizó el viernes, el condado de Los Ángeles reportó 1,083 casos de coronavirus por día, un aumento del 10% con respecto a la semana anterior.
El aparente mínimo de otoño ocurrió durante la semana que finalizó el 16 de octubre, cuando la tasa de casos fue de 869 casos por día.
Sobre una base per cápita, el condado de Los Ángeles informa 75 casos por semana por cada 100,000 residentes. Una tasa de casos de 100 o más se considera una alta tasa de transmisión. La tasa actual del condado de Los Ángeles se considera sustancial.
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