
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Alex Wong / Getty Images
El destino de la economía, sacudida por una inflación rampante, parece no ser otro sino el de una recesión, al menos así percibe el panorama el CEO de JP Morgan, Jamie Dimon.
Para el director ejecutivo, la economía del país estará en recesión en los próximos seis o nueve meses, lo que significa que este escenario será una realidad para el arranque del segundo semestre del 2023.
Dimon considera que el escenario económico y político internacional cuenta con todas las condiciones necesarias para que los países desarrollados entren en esta fase del ciclo económico.
Al ser entrevistado en el contexto de la conferencia JPM Techstars, celebrada esta semana en Londres, el CEO detalló que la volatilidad de los mercados coincide con condiciones financieras desordenadas.
El banquero abundó que la inflación mundial y la guerra de Rusia en Ucrania suman para consolidar las condiciones necesarias para una recesión mundial y recordó que Europa ya pasa por este momento.
“Estas son cosas muy, muy serias que creo que probablemente empujarán a los Estados Unidos y al mundo; quiero decir, Europa ya está en recesión, y es probable que pongan a los Estados Unidos en algún tipo de recesión dentro de seis a nueve meses.”, aseguró en una entrevista para CNBC.
No obstante, dentro del panorama que plantea, Dimon apunta que los consumidores estadounidenses están, en esta ocasión, mejor preparados para sortear la crisis en comparación con la debacle financiera de 2008.
La respuesta de la Fed fue tardía
La Reserva Federal (Fed) ha sido cuestionada por la tardanza que tuvo en reconocer el problema inflacionario que ahora busca remediar y, más recientemente, por negarse a aceptar que una recesión es casi inevitable.
No obstante, tras la última reunión de la Fed en septiembre pasado, su presidente, Jerome Powell, cambió por primera vez su discurso y pidió olvidar el “aterrizaje suave” del que se habló durante meses: “habrá dolor en los hogares y en las empresas”, advirtió.
Sin embargo, para el CEO de JP Morgan su reacción fue lenta y las consecuencias de esa tardanza se notan con la crisis que se fragua actualmente.
“(La Fed) esperó demasiado e hizo muy poco“, dijo Dimon en una entrevista al recordar el camino que la Fed ha tomado desde las primeras oleadas inflacionarias a finales del 2021.
Y aunque ahora un escenario de recesión es casi inevitable y, de hecho, ya fue asumido como un costo por la Fed en su estrategia para regresar la inflación a su objetivo del 2%, el mercado laboral, un indicador clave, sigue vibrante.
En septiembre, si bien la cifra de contrataciones fue ligeramente menor en comparación con agosto, el desempleo volvió a caer a los históricos de 50 años y el salario promedio aumentó nuevamente.
Para Dimon, estos datos solo alimentan a la Fed para que continúen su alza de tasas, una de las más rápidas de la historia y de la que se espera una nueva subida de 0.75% en su próxima reunión de noviembre, hilando una racha de cuatro alzas consecutivas del mismo calibre.
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