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Las familias estadounidenses están modificando sus hábitos de consumo en los últimos meses debido a la escalada de la inflación que ha provocado el aumento de algunos productos en el mercado. Ahora los gastos cautelosos se centran únicamente en las compras de artículos de primera necesidad.
De acuerdo con las cadenas minoristas como Target, Walmart, Best Buy, Macy‘s entre otros aseguran que las ventas de ropa, artículos para el hogar o electrodomésticos han disminuido considerablemente, en cambio, los clientes deciden comprar alimentos o pagar los servicios básicos.
Para el director ejecutivo de Target, Brian Cornell, los estadounidenses han comenzado a priorizar sus gastos dejando a un lado las llamadas compras discrecionales, estas decisiones por parte de los consumidores alertan a los minoristas sobre el comportamiento del mercado este año.
Varias de las cadenas han implementado los descuentos como una manera de mantener sus ventas, si bien han visto ganancias parecen no ser suficiente. Desde principio de año muchos minoristas anunciaron que ya se estaban preparando para un escenario económico difícil, donde pronostican ganancias por debajo de las estimaciones.
Tiendas como Bed Bath & Beyond o Tuesday Morning, entre otros informaron sobre la posibilidad de caer en bancarrota en medio del vaticinio de que este año Estados Unidos entrará en recesión. Aunque muchos han buscado la manera de recuperarse, es evidente que mientras el índice de los precios al consumidor se mantenga alto y los salarios no se equiparen con la inflación, el poder adquisitivo de los estadounidenses se pulveriza.
Especialistas como la presidenta y directora ejecutiva de Saks OFF 5TH, Paige Thomas recomiendan a tiendas minoristas adaptarse a las nuevas necesidades del consumidor. “Una parte de esto es el compromiso: la adquisición de clientes. El otro es la experiencia del cliente. Haz todo lo que puedas para allanar el camino”, dijo.
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