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La proyección de Redfin, compañía líder en el sector de bienes raíces residenciales en Estados Unidos, resulta poco halagadora para las personas interesadas en vender o adquirir una vivienda el próximo año.
De entrada, la firma apunta que la actividad en el mercado inmobiliario será la más lenta registrada desde 2011, pues vislumbra una disminución del 16% en las ventas con respecto a las registradas en lo que va del año.
Asimismo, la compañía de corretaje contempla que se presentará la tasa de rotación de vivienda más baja desde principios de la década de 1980, con sólo 32 de cada 1,000 hogares vendiendo su casa.
Con respecto a la comercialización de viviendas recientemente construidas, prevé un descenso del 20%.
En cuanto a las tasas hipotecarias fijas a 30 años, contempla que durante la mayor parte del 2023 rondará en 6%, lo cual para un comprador de una vivienda que, en promedio cuesta $400,000 dólares, le representará ahorrar cerca de $150 dólares en el pago de su mensualidad.
Frente a este panorama, las personas interesadas en adquirir una casa necesitarán un mayor puntaje crediticio o una relación deuda-ingreso menor para así calificar a una hipoteca.
Disminución de precios
Redfin se suma a otros expertos que vislumbran un nuevo retroceso en el precio de las viviendas el próximo año, el cual en promedio será de 4%. Es decir, se presentará la primera caída año tras año desde 2012, a $368,000 dólares. No obstante, si la inflación se mantiene alta, el pronóstico indica que los precios podrían caer hasta dos dígitos.
Llama la atención que el próximo año, el pago mensual promedio realizado por un comprador de vivienda será 63% más alto con respecto a 2019, lo cual no resulta equitativo con el 27% de aumento en los salarios registrado durante el mismo periodo.
Ante dicho comportamiento del mercado inmobiliario, las áreas metropolitanas del Medio Oeste y la Costa Este, se perfilan como las opciones de vivienda más asequibles para quienes pretendan comprar una casa.
En la visión de Redfin también se proyecta una disminución interanual aproximada al 25% en la construcción de nuevas viviendas unifamiliares, pues los proyectos ahora se concentrarán en edificios de departamentos y multifamiliares destinados en su gran mayoría al alquiler, esto como una manera de inversión a largo plazo.
Por si esto fuera poco, se prevé que los inversionistas inmobiliarios comprarán aproximadamente 25% menos de viviendas con relación al 2022.
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