En la ciudad de Upland, en el condado de San Bernardino se registró el más reciente caso de furia al volante, donde el sospechoso de causar un grave choque automovilístico terminó en el hospital.
La colisión ocurrió el domingo, cerca de la intersección de la calle 11 y la avenida Tercera, reportó la policía del Upland.
Al parecer, el motivo de la reacción violenta de un conductor fue que otro automovilista le bloqueó el paso.
“Uno de los autos terminó chocando con un árbol”, dijo a La Opinión el sargento Jacob Kirk del Departamento de Policía de Upland. “Los autos sufrieron grandes daños”.
El causante del accidente, quien conducía con una licencia suspendida, fue citado a un tribunal donde enfrentará un cargo por delito menor.
Este accidente se produjo un día después de la muerte de Antonio Acosta, de 69 años de edad, quien fue arrollado por el automóvil que conducía Jeffrey Flores, de 29.
El sábado por la tarde, Acosta fue hallado muerto en la cuadra 14,700 de la calle Cullen de la ciudad de Whittier.
Investigadores de la policía de Whittier encontraron al occiso, después de un presunto incidente de furia al volante.
El hombre mayor sacó una pistola y fue perseguido por Flores, pero cuando se detuvo y salió desarmado de su coche fue atropellado, informó el teniente Sam Reed de la policía de Whittier.
Flores, el presunto asesino se encuentra detenido. Él mismo llamó al 911 para reportar la disputa que había tenido con el difunto, quien supuestamente lo había apuntado con una pistola.
Flores persiguió a la víctima con su auto, y cuando Acosta bajó desarmado, lo atropelló. Actualmente se encuentra bajo custodia.
Hace un mes, en West Hollywood, una mujer fue herida a balazos, cerca del bulevar Sunset y Crescent Heights, el 19 de enero
La policía dijo que la víctima viajaba en una camioneta con su esposo cuando un hombre armado, que los había interceptado, disparó un tiro al vehículo después de un altercado verbal.
El esposo de la víctima condujo hasta una gasolinera en 8101 W. Sunset Boulevard donde buscó ayuda de emergencia. La mujer fue transportada a un hospital para recibir tratamiento y salvó la vida.
Aumentan los casos
Desde el inicio de 2022 al 30 de junio, en solo medio año se reportaron 459 casos de furia al volante, lo cual significó un incremento del 33%, con respecto al mismo periodo de 2021, según cifras del Departamento de Policía de Los Ángeles.
Los expertos atribuyen al aumento de los delitos de ira al volante al estrés extremo por las finanzas, la seguridad laboral y los problemas familiares.
Entre el 1 de mayo de 2021 al 15 de mayo de 2022, un total de 72 incidentes de furia al volante se registraron en reportes de tráfico tan solo en el centro de Los Ángeles, más que en cualquier otra zona de la ciudad.
El área de Venice reportó el segundo número más alto de incidentes, con 36, y 34 en Koreatwon, de acuerdo con Crosstown, una organización que brinda datos y análisis comunitarios de las personas de Los Ángeles, mismas que desean hacer que sus vecindarios y su ciudad estén más conectados, sean más seguros y saludables.
Para ser clasificado como un incidente de furia al volante, se debe requerir que en el acto donde una persona ataca con su automóvil a otra, o con un arma, al momento en que haya un desprecio deliberado y desenfrenado por la seguridad de los demás.
“La gente está cada vez más peligrosa”, comentó a La Opinión, Gabriel Kahn, profesor de práctica profesional en la Escuela de Periodismo Annenberg de la USC en Crosstown. “La gente está perdiendo la paciencia, sufre de más estrés, de vidas más estresantes y la gente se está enojando más”.
Incidentes con armas y más allá de LA
Desde 2018 hasta 2021 aumentaron los incidentes de furia al volante, con un promedio de 44 casos en el que las personas que manejaban iban armadas, según un informe de Everytown for Gun Safety, organización que menciona a Texas como el peor estado para la violencia de furia al volante en carreteras, en 2021.
De hecho, Everytown for Gun Safety señaló que, en ese año, una persona recibió un disparo o resultó herida o muerta en un incidente de ira al volante cada 17 horas.
En Texas, la tasa de personas baleadas en incidentes de ira en la carretera resultó en 133 lesiones y muertes. Otros estados con altos niveles de heridos y muertes fueron Arizona, Nuevo México, Tennessee y Wisconsin.
Y en Los Ángeles, esa tendencia se reflejó en 138 incidentes de ira en la carretera que involucraron armas de fuego.
Heridas emocionales
El doctor y psicólogo Eduardo López Navarro explicó a La Opinión que, en los actos de furia al volante el enojo, como sentimiento principal proviene de heridas emocionales no sanadas en las personas.
“Viene probablemente de infancias donde hubo malos tratos, rechazo, baja autoestima, y la persona no tenía la capacidad de expresarlo a quienes lo habían herido”.
Añadió que, cuando se presenta la oportunidad de “explotar” contra otros y no contra los padres “porque los padres son sagrados”, entonces se activa y se desboca el enojo porque la persona no tiene control de sus impulsos, y lo primero que sale de ella es el dolor o el enojo.
“En otros incidentes de furia, lo más común es que estén influenciados por el alcohol o las drogas”, subrayó. “Y si a una persona la hicieron sentirse chiquito, y alguien más te molesta, entonces quieres rugir como un león, sigues a la persona con tu auto, dejándole saber que eres tú quien tiene la última palabra”.
El psicólogo señala que la mayoría de las personas tienen problemas de agresividad desde la infancia y culpan a los demás de todos sus problemas. No es que el problema sea la misma persona, quien se defiende diciendo que agredió a alguien cuando solo buscaba defenderse o que su vida estaba en peligro.
“En síntesis, es apuntar con el dedo a los demás de tus propios problemas”, precisó el experto.
Hombres, lo más agresivos
De acuerdo con la AAA, los registros indican que los conductores más agresivos son los hombres de entre 19 y 39 años.
“Lo que hemos visto en los últimos cinco a ocho años es que tenemos conductores más agresivos”, dijo a La Opinión, Doug Shuppe, portavoz de la AAA. “Y parte de esos ataques los hemos capturado ya en cámaras”.
La AAA agrega que ocho de cada diez personas han admitido haberse enfadado en la carretera y haber bloqueado el paso a otro conductor o hecho un gesto ofensivo al menos una vez en su vida, lo cual es el tipo de comportamiento que la policía desalienta.
La mayoría de los conductores reconocen la “rabia en la carretera” cuando la ven. Después de experimentar algún desaire percibido, un conductor trata de intimidar, amenazar o dañar a otro automovilista; a menudo con un comportamiento peligroso, como exceso de velocidad o seguir a la víctima muy de cerca.
La ira al volante ocurre cuando la conducción agresiva se mezcla con la ira, y los resultados pueden ser mortales. De hecho, la conducción agresiva contribuye a más de la mitad de los accidentes mortales, según la Fundación AAA para la Seguridad del Tráfico.
Y no es un problema menor: en un estudio reciente de la AAA, casi el 80 % de los conductores encuestados dijeron que se habían enfadado al volante al menos una vez en el último año.
“Cuando me encuentro con alguien agresivo, mejor cambio de carril”, dijo Imelda Fagoaga, una residente de Los Ángeles.
80% admiten tuvieron una experiencia agresiva al volante
La Fundación AAA para la Seguridad Vial estudió la conducción agresiva como parte de su Índice de Cultura de Seguridad Vial anual.
Los investigadores encuestaron a 2,705 conductores con licencia, mayores de 16 años. Casi el 80 % de esos conductores admitieron haber tenido al menos un comportamiento de conducción agresivo en el último año.
- 51% de los conductores reconoció haber seguido de cerca a otro conductor
- 47% admitió haberle gritado a otro conductor
- 45% aceptó haber tocado la bocina para mostrar enojo
- 33% confesó haber hecho gestos ofensivos
- 24% intentó bloquear el cambio de carril de otro conductor
- 12% dijo que bloqueó a otro conductor a propósito
- 4% se salió de su vehículo para confrontar a otro conductor
- 3% golpeó a otro vehículo a propósito
Incidentes de furia al volante en LA
De 172 en el 2010 a 870 en el 2022
2010 =172
2011= 231
2012= 254
2013 = 248
2014 = 309
2015 = 369
2016 = 536
2017 = 578
2018 = 660
2019 = 666
2020 = 515
2021 = 707
2022 = 870
Fuente: Crostown
