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Elementos del Ejército Mexicano se enfrentaron a ciudadanos de Nuevo Laredo, Tamaulipas, luego de que los pobladores acusaran a los militares de haber matado a cinco jóvenes.
De acuerdo con versiones de los habitantes del lugar, todo inició cuando varios jóvenes salían de un antro y abordaron una camioneta para retirarse, pero se encontraron con un convoy de soldados. Pese a que se sometieron a una revisión, al parecer los militares dispararon en contra de los ocupantes.
“Sabemos que hay un grupo de jóvenes en un antro, salieron del lugar en varias camionetas, en su camino se encontraron vehículos de militares… Los jóvenes se sometieron a revisión y lo que recibieron fueron disparos, más de 63 impactos de bala en el vehículo, de acuerdo con testigos… Los militares los bajaron de la camioneta, tiraron al piso y les dispararon“, declaró a Milenio TV Raymundo Ramos Vázquez, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo.
Señaló además que de estos hechos ocurridos hay un sobreviviente “que se encuentra en estado de coma, tenemos otros testimonios, que al menos dos de los cinco ocupantes estaban vivos y pidieron auxilio a los militares”.
Posteriormente, cuando los elementos del Ejército retiraban la camioneta de los jóvenes con impactos de balas, los habitantes del lugar salieron para tratar de impedirlo.
Fue entonces cuando se registró un nuevo enfrentamiento entre militares y pobladores, un hecho que quedó registrado por las cámaras de algunos periodistas y por los mismos vecinos del lugar.
Der acuerdo con Raymundo Ramos, había unas 12 unidades del Ejército Mexicano que custodiaban la camioneta baleada, mientras se enfrentaban con familiares enardecidos de las víctimas.
El operativo se salió de control debido a que, cuando los soldados intentaron arrastrar el vehículo, intercambiaron golpes con los vecinos que les reclamaron sus acciones. Los habitantes aventaban piedras, tubos y palos, mientras que los militares reaccionaron con disparos al aire y al suelo.
“Al menos tres militares accionaron sus armas, fusil y pistola para dispersar a los manifestantes, poniendo en riesgo la vida de todos nosotros, los periodistas, vecinos e incluso niños”, señaló Ramos Vázquez en un pronunciamiento que hizo sobre los hechos.
Asimismo, mencionó que cuando se dio el enfrentamiento con vecinos, uno de los militares ordenó que dejara de grabar las acciones, después le dieron manotazos, le tiraron el teléfono al suelo e intentaron arrollarlo con una unidad militar.
Como resultado de estos hechos un periodista resultó lesionado con un aparato eléctrico que accionó un soldado.
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