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Corea del Norte dio a conocer que probó en vuelo un misil balístico intercontinental de combustible sólido por primera vez, lo que para muchos expertos, es un avance en sus esfuerzos por adquirir un arma más poderosa y más difícil de detectar que tenga como objetivo el territorio continental de Estados Unidos.
Un misil balístico intercontinental con propulsores sólidos incorporados sería más fácil de mover, ocultar y disparar rápidamente, reduciendo las oportunidades para que los oponentes detecten y contrarresten el lanzamiento. No está claro de inmediato qué tan cerca está el Norte de tener un misil balístico intercontinental funcional de combustible sólido capaz de atacar el territorio continental de los Estados Unidos. Sin embargo, tal parece que es objetivo.
Este informa llega un día después de que los vecinos del país detectaran el lanzamiento de un misil de largo alcance desde cerca de Pyongyang, incluso que ocasionó pánico en ciertas regiones de Japón.
La agencia estatal KCNA dijo que el lanzamiento fue supervisado en el sitio por el líder norcoreano Kim Jong Un, quien describió el misil, llamado Hwasong-18, como el arma más poderosa de sus fuerzas nucleares que mejoraría las habilidades de contraataque frente a las amenazas externas creadas por Estados Unidos y sus aliados regionales.
Se describió el Hwasong-18 como un misil de tres etapas con la primera etapa probada en una trayectoria balística estándar y las otras programadas para volar en ángulos más altos después de la separación para evitar a los vecinos de Corea del Norte. No quedó claro de inmediato cómo se probó la tercera etapa, dónde teóricamente se colocaría la ojiva.
Kim se comprometió a expandir aún más su arsenal nuclear para “provocar constantemente inquietud y horror extremos” en sus rivales y hacer que se arrepientan de sus elecciones equivocadas.
Corea del Norte ha justificado sus demostraciones de armas como una respuesta a los ejercicios militares en expansión entre Estados Unidos y Corea del Sur, que el Norte condena como ensayos de invasión y los usa como pretexto para impulsar su propio desarrollo de armas.
Kim agregó que el Hwasong-18 avanzaría rápidamente en la postura de respuesta nuclear de Corea del Norte y apoyaría aún más una estrategia militar agresiva que promete mantener una “confrontación frontal” contra sus rivales.
Corea del Norte ha probado varios misiles intercontinentales desde 2017 que demostraron el alcance potencial para llegar a Estados Unidos continental, pero los otros usan combustible líquido que debe agregarse relativamente cerca del lanzamiento y no pueden permanecer alimentados por períodos prolongados.
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