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Jazmin Valentine, de 26 años, quien el año pasado permaneció recluida estando embarazada en la cárcel del condado de Washington en Hagerstown, presentó una demanda federal donde denuncia que las autoridades del recinto violaron sus derechos bajo la ley estatal y la Constitución.
De acuerdo al testimonio presentado en la querella, en julio del 2021, varias veces y hasta golpeando la puerta de su celda, solicitó ayuda a las guardias de la prisión pues se dio cuenta de que estaba por dar a luz.
Sin embargo, nadie la tomó en serio hasta que le pidieron deslizar su saco amniótico por debajo de la puerta para demostrarle al personal que se reía que iba a tener un bebé.
De esta manera, en las primeras horas de la mañana, la joven dio a luz sin ayuda y las enfermeras en la cárcel que trabajan para su proveedor médico contratado PrimeCare Medical, Inc. dijeron que la ignoraron porque creían que se estaba volviendo loca debido al consumo de drogas.
Valentine, que había estado en régimen de aislamiento, sólo fue atendida 15 minutos después de dar a luz, cuando fue descubierta con un bebé recién nacido en brazos. No obstante, después fue llevada al hospital para recibir tratamiento.
En la demanda se estipula que, debido a las condiciones insalubres en la cárcel, la bebé, llamada Jamiyah Rose, desarrolló un tipo de infección por estafilococo resistente a los antibióticos. Así que exigen se castigue la negligencia del personal que labora en la cárcel.
Incluso en la demanda se cita a una compañera de prisión de Valentine quien escuchó como les suplicaba a los miembros del personal que la ayudaran.
Cabe señalar que PrimeCare Medical, con sede en Pensilvania, ha estado involucrado en más de veinte de demandas desde 2009 argumentando que su atención médica o de salud mental deficiente causó lesiones o hasta la muerte de los prisioneros.
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