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El jefe de policía del Capitolio de Estados Unidos, Tom Manger, dijo en un comunicado el martes que “el clima político actual exige más recursos para proporcionar capas adicionales de seguridad física para los miembros del Congreso”, a raíz del ataque contra el esposo de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, la semana pasada en la casa de la pareja en San Francisco.
“Con el número cada vez mayor de amenazas contra funcionarios electos, desde concejales hasta jueces federales, nuestro trabajo para promover nuestros esfuerzos para proteger a los miembros del Congreso se vuelve cada vez más urgente”, dijo Manger. “Continuaremos trabajando con nuestros socios del Congreso para agregar agentes adicionales y mejoras de seguridad para apoyar nuestra misión de operaciones de protección”.
Según la fiscal de distrito de San Francisco, Brooke Jenkins, en las primeras horas de la mañana del 28 de octubre, el sospechoso, David Wayne DePape, se abrió paso a través de una puerta trasera de vidrio en la casa de Pelosi y subió las escaleras, donde Paul Pelosi estaba durmiendo.
La casa de la pareja en San Francisco no tenía seguridad porque la presidenta de la Cámara estaba en Washington, D.C., en ese momento.
Las autoridades dijeron que Paul Pelosi intentó llegar al ascensor de la casa y le preguntó al sospechoso si podía ir al baño, donde hizo una llamada al 911. El sospechoso luego se dio cuenta de que Pelosi había hecho la llamada telefónica, dijo Jenkins. Cuando dos oficiales llegaron a la escena, vieron al sospechoso golpear a Pelosi con un martillo, reveló Jenkins.
“Lo que está claro, en base a la evidencia que tenemos hasta ahora, es que esta cámara y la propia oradora fueron objetivos específicos del acusado”, dijo Jenkins el lunes.
DePape se declaró no culpable el martes de intento de asesinato y otros cargos estatales. Todavía enfrenta cargos federales.
El objetivo de la Polic’ia del Capitolio de contratar a 280 agentes más para finales de año va por el buen camino, apuntó Manger. “Pero todavía queda mucho trabajo por hacer”.
El ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021 mientras se certificaba la victoria electoral del presidente demócrata Joe Biden hizo que se pusiera ya en marcha una lista de mejoras, entre ellas un incremento de la plantilla para garantizar la seguridad en torno al edificio del Congreso.
La Policía del Capitolio es responsable de la seguridad de los congresistas.
Manger sostuvo que en este clima de tensión política siguen vigilando “miles de casos a lo largo del país en un esfuerzo por frenar potenciales amenazas antes de que protagonicen titulares”.
En los últimos cinco años, solo un 12 % de los casos en los que se identificaron a los autores de amenazas han sido procesados, una cifra que el jefe de Policía confía en que crezca: “Entendemos la urgencia de los desafíos actuales y seguimos comprometidos con nuestra misión”