El ejercicio físico generalmente se prescribe después de un programa de rehabilitación posterior a una lesión lumbar o en caso de dolor de espalda baja. Bajo prescripción médica se recomendará la actividad física en cada caso.
En la revista Annals of Physical and Rehabilitation Medicine en 2013 se publicaron los resultados obtenidos después de la revisión de 2583 artículos médicos y análisis de 121 artículos.
En los cuales se describen algunas actividades físicas y su relación con el dolor de espalda baja (LBP, por sus siglas en inglés) o después de un programa de rehabilitación funcional (FRP, por sus siglas en inglés).
Ejercicios recomendados después de la rehabilitación o dolor de espalda baja
-Natación
Dado que la natación es una actividad en la que el peso del cuerpo del participante está totalmente soportado, esta actividad generalmente se recomienda para pacientes con LBP o después de FRP. Los ejercicios acuáticos han demostrado su eficacia según un artículo publicado en la revista Spine en 2009.
-Caminata
A mediano y largo plazo, una caminata moderada con regularidad no parece estar asociada a un nuevo dolor o a la exacerbación del dolor existente.
En un estudio publicado en la revista Eur Spine J en 2003, se observó que niveles moderados de caminata en caso del LBP agudo ayuda a disminuir el dolor (el ejercicio consistió en caminar durante 10 minutos, 2 minutos de descanso y caminar rápido durante 5 minutos más. Se observó una disminución del dolor inmediatamente después de caminar.
Sin embargo, no se ha encontrado suficiente evidencia para concluir que la caminata sea efectiva en todos los casos para LBP crónico.
-Ciclismo
En algunos casos el ciclismo supervisado puede ser benéfico para la persona con LBP según datos publicados en la revista Clin Sports Med en 1994, ya que constituye una actividad aeróbica. Sin embargo, no se han reportado efectos benéficos del ciclismo recreativo en pacientes con LBP.
Consulta con tu médico si el ciclismo es adecuado para ti y con tu entrenador para que supervise que la técnica y la bicicleta sean correctas.
Es importante el tipo de bicicleta, así como la posición ya que esta influye en la carga de la columna vertebral y la necesidad de ajustes técnicos.
Se recomienda una bicicleta estacionaria o bicicleta urbana porque la postura es similar a la bicicleta de montaña (la columna lumbar del ciclista está más cerca de la lordosis) y evitar las bicicletas de carreras porque la columna lumbar está en cifosis.
-Tai chi
El tai chi puede tener efectos benéficos en el LBP persistente, por la reducción del dolor. Sin embargo, más investigaciones se necesitan para confirmar que practicar tai chi puede ayudar en forma considerada a aliviar el dolor en caso de LBP crónico.
En actividades deportivas puede haber contraindicaciones, especialmente los deportes que colocan la carga o impacto en columna en la región lumbar (golf, montar a caballo, tenis, correr etc.) O en actividades que impliquen mayor impacto como esquiar, boliche, tenis de mesa, etc.
En todos los casos, realizar una actividad física debe ser gradual y debe empezar con un nivel bajo a moderado, con técnicas y equipo adecuado y con un entrenamiento personalizado supervisado por un fisioterapeuta.
Actividad física moderada y su impacto en el dolor de espalda baja
Se ha observado que una actividad física regular ayuda a mejorar el entrenamiento y no incrementa el riesgo de padecer dolor agudo en pacientes con dolor de espalda baja crónico o después de un programa de rehabilitación.
En general una actividad física moderada o praticar un deporte en forma moderada, 3 a 5 veces a la semana es benéfica para la salud en pacientes con LBP si se practica regularmente, ya que mejora su condición física, disminuye su riesgo de LBP y ayuda a alcanzar el nivel de entrenamiento previo.
El levantamiento de pesas, cargar cosas pesadas y realizar ejercicios estresantes con trabajo de flexión o rotación pueden ser factores de riesgo para personas con LBP crónico.
En conclusión la actividad física que se recomienda en general es nadar, caminar, ciclismo (con bicicleta fija o de ciudad con posiciones del sillín y del manillar) y también tai chi ayudan a mantener el entrenamiento y flexibilidad.
En especial si se realizan durante o inmediatamente después de un programa de rehabilitación y pueden proveer a personas con dolor de espalda baja muchos beneficios y facilitar su recuperación.
Siempre es importante elegir la actividad física apropiada o deportiva controlar la intensidad, volumen, tiempo y técnica, así como evitar complicaciones relacionadas al sedentarismo.