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Un día después de desterrar a la mayoría de sus presos políticos a Estados Unidos, Nicaragua condenó a un obispo católico a 26 años y 4 meses de prisión, según Catholic News Agency.
El obispo de Matagalpa Rolando José Álvarez Lagos se negó a irse de Nicaragua con el resto de los 222 presos políticos trasladados a Estados Unidos el jueves. Álvarez decidió quedarse para acompañar a los católicos que están sufriendo la represión de la dictadura en Nicaragua.
Según informes de los medios, se detuvo en las escaleras que conducían al avión y dijo:
Que sean libres, yo pago la condena de ellos”
Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa
La sentencia leída esta tarde por el juez Héctor Ernesto Ochoa Andino, presidente de la Sala 1 Penal de la Corte de Apelaciones de Managua, dice: “El imputado Rolando José Álvarez Lagos es declarado traidor a la patria”.
Además de la cárcel, el sacerdote fue despojado de su nacionalidad, según se lee en la sentencia, tras una polémica medida aprobada el jueves por la Asamblea Legislativa oficialista para retirar la ciudadanía a ciertos opositores.
Según el diario La Prensa, la sentencia fue leída sin haberse realizado juicio, que estaban programado para la semana próxima.
En un mensaje televisivo el jueves, Ortega había arremetido contra Álvarez por ser uno de los pocos presos liberados que se negó a abordar el avión que trajo al resto de los detenidos a Estados Unidos y desconoció su condición sacerdotal.
“Ahora está en la cárcel La Modelo, él es un hombre común y corriente”, dijo Ortega, quien también cuestionó al obispo por negarse a ser desterrado.
La subsecretaria de Estado Adjunta de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de EEUU, Emily Mendrala, manifestó su preocupación por la situación de los derechos humanos en Nicaragua y aseguró que el gobierno de Washington continúa exigiendo la liberación del obispo Rolando José Álvarez Lagos.
Quién es Monseñor Álvarez
Rolando Álvarez es uno de los religiosos mas críticos del gobierno de Daniel Ortega desde 2018, cuando una ola de protestas contra el gobierno condujo a una amplia represión contra los opositores.
Monseñor Álvarez es obispo de la Diócesis de Matagalpa y en sus sermones frecuentemente fustigaba la violación a los derechos humanos, la persecución religiosa y los abusos de poder.
En mayo de 2018, Álvarez integró el equipo del Conferencia Episcopal que sirvió de testigo y mediador en el primer Diálogo Nacional entre el régimen de Daniel Ortega y la oposición.
Entonces Nicaragua vivía una rebelión cívica que paralizó el país con más de cien barricadas en calles y carreteras y constantes marchas multitudinarias de protesta que llegaron a exigir la renuncia de Ortega.
Ortega utilizó el diálogo para organizar una sangrienta represión con armas y efectivos militares y paramilitares para desmontar las protestas. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) estima que 355 personas murieron en esas jornadas.
En marzo del siguiente año se realizó el segundo diálogo nacional, pero esta vez el régimen de Ortega vetó la posición de testigo y mediador del obispo Álvarez.
El segundo diálogo también fracasó y el régimen mantiene desde entonces la campaña de acoso y persecución contra los obispos y sacerdotes que considera que apoyaron la rebelión ciudadana de 2018.
De acuerdo con fuentes de la Iglesia católica, la policía lo sacó el jueves del inmueble donde cumplía arresto domiciliario y fue trasladado al penal de La Modelo, tras negarse a abordar el avión que llevó a los encarcelados a Washington, según El País.
Y el viernes, un día después de que el religioso se negara a ser desterrado a Estados Unidos, la dictadura de Daniel Ortega lo condenó a 26 años de prisión por traición a la patria y lo despojó de la nacionalidad nicaragüense.
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