Esta bebida láctea fermentada puede mejorar la salud intestinal y más
By Larissa Zimberoff
Desde hace varios años, los alimentos que se dice que favorecen la salud intestinal se han vuelto sumamente populares. En los estantes de las tiendas puedes encontrar almendras, albaricoques, chocolate, jugos de frutas, barritas, refrescos y otros productos con probióticos. Pero si realmente quieres hacer algo por tu sistema digestivo, y por tu salud en general, por qué no pruebas uno de los alimentos originales que favorecen al intestino: el kéfir.
¿Qué es el kéfir?
El yogur kéfir, el primo más ácido y a veces espumoso con la consistencia cremosa de una bebida de yogur, ha existido durante miles de años. Se elabora con leche de vaca o de cabra y cultivos vivos denominados “granos de kéfir”, que parecen granos pero que en realidad son grupos de microbios en forma de gel compuestos por bacterias y levaduras. La leche se vierte sobre los granos, que pueden reutilizarse indefinidamente. Los granos de kéfir fermentan el azúcar natural de la leche, llamado lactosa, y 24 horas después tienes la bebida a base de leche.
Al igual que el yogur, el kéfir tiene muy poca o ninguna lactosa, por lo que puede ser adecuado para las personas que tienen intolerancia a la lactosa y padecen de gases, hinchazón y diarrea después de comer o beber productos lácteos.
Los beneficios de los probióticos del kéfir
Muchos alimentos fermentados tienen bacterias probióticas saludables. “La mayoría de las personas sabe que el yogur contiene bacterias buenas”, dice la nutricionista de Consumer Reports, Amy Keating. “Pero solo se requiere tener dos cepas bacterianas”, aunque algunos yogures tienen más. Algunas fuentes sugieren que el kéfir puede tener más de 50 cepas de levadura y bacterias. “No es necesario sustituir el yogur, pero el kéfir es una gran adición a la dieta porque tiene un contenido de bacterias probióticas mayor y más diverso”, dice Keating.
El kéfir tiene una buena cantidad y variedad de microbios saludables, y la diversidad hace que los probióticos tengan más probabilidades de replicarse en el intestino, dice el doctor Fasih Hameed, médico de atención primaria en el Centro de Salud Petaluma en Petaluma, California. Un buen conjunto de probióticos en tu sistema tiene beneficios no solo para la salud intestinal, sino para la salud en general, dice.
Los probióticos ayudan a descomponer los alimentos, sintetizan las vitaminas, evitan que las bacterias que causan enfermedades se afiancen y pueden incluso reforzar la inmunidad. “Los probióticos producen compuestos bioactivos, como los ácidos grasos de cadena corta, que tienen efectos antiinflamatorios que pueden ayudar con los problemas sistémicos como el manejo del colesterol y la síntesis de neurotransmisores”, dice Sotiria Everett, profesora clínica adjunta de la División de Nutrición del Departamento de Medicina Familiar, Poblacional y Preventiva de Stony Brook Medicine en Stony Brook, Nueva York.
Muchos estudios han descubierto estos beneficios, incluido uno reciente de la Universidad de Stanford que comparó una dieta rica en fibra (que también se sabe que afecta la población de bacterias saludables del intestino) con una dieta de alimentos fermentados que incluye el kéfir. En este pequeño estudio, los investigadores encontraron que la dieta de alimentos fermentados aumentaba la diversidad del microbioma y reducía los marcadores de inflamación en el organismo. Otros estudios científicos realizados sobre la funcionalidad del kéfir han indicado que puede tener efectos antibacterianos, antitumorales, anticancerígenos y de reducción del colesterol.
“Nuestro intestino desempeña un papel muy importante en nuestra salud general”, afirma Everett. “Todo lo que comamos que beneficie o influya en nuestro intestino es favorable”.
Nutrición del kéfir
La nutrición del kéfir es muy similar a la del yogur, aportando proteínas y calcio. Las cantidades de nutrientes varían ligeramente de una marca a otra, pero una taza de Lifeway Plain Lowfat Kefir tiene 110 calorías, 11 gramos de proteína (22% del valor diario), 2 gramos de grasa, 1.5 gramos de grasa saturada, 9 gramos de carbohidratos, 0 gramos de azúcares añadidos y 390 mg de calcio (30% del valor diario).
La mejor opción es un kéfir sin sabor. “Algo que recomendaría de entrada es un sabor simple que no tenga un alto contenido de azúcar [añadido]”, dice Everett. Si quieres una bebida afrutada, sugiere licuados de kéfir con algunas bayas congeladas u otra fruta. También puedes verter el kéfir sobre los cereales o la granola, o utilizarlo como líquido en tu avena nocturna. Si optas por un kéfir con sabor, busca uno que no tenga más de 6 gramos de azúcares añadidos.
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