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Para cuando su tercera pelea concluyó este 17 de septiembre, nadie podía haber creído que cuando Saúl “Canelo” Álvarez y Gennady “GGG” Golovkin se volvieron a encontrar para el inicio de la campaña promocional el mexicano le dijo al kazajo algunas palabras bastante ofensivas: “f***ing a***hole”.
Y es que al sonar el último campanazo de su trilogía, una de las más importantes de los últimos tiempos en el boxeo, los dos gladiadores se dieron un largo abrazo, se dirigieron palabras respetuosas y luego Golovkin le dio un beso afectuoso en la mejilla a Álvarez, como los besos que se dan los buenos amigos en momentos emotivos.
Canelo venció sin muchos apuros a Golovkin en la tercera pelea a pesar de que el kazajo cerró fuerte en los cuatro rounds finales.
La tercera batalla, que llegó tal vez demasiado tarde -cuatro años después de la segunda que fue increíble-, definitivamente no cumplió con las expectativas. No tuvo la acción ni el dramatismo de las dos primeras y esta vez Canelo sí fue superior para llevarse a casa la trilogía con dos victorias y un empate.
Pero para ser muy honestos, Golovkin mereció mejor suerte en las primeras dos confrontaciones. Los jueces no fueron nada generosos con él.
El 16 de septiembre de 2017, los jueces entregaron una decisión de empate que muchos cuestionaron porque “GGG” pareció haber sigo ligeramente superior en una batalla apretada. Esa contienda, en la que el mexicano tuvo una estrategia más defensiva ante el poder del campeón mediano, posiblemente debió haber sido ganada por el kazajo por un round de diferencia.
La segunda pelea, el 15 de septiembre de 2018, fue la mejor de todas y tuvo como resultado una discutida decisión mayoritaria en favor de Álvarez. En la fila de reporteros cubriendo el pleito, la mayoría vio ganar a Golovkin o un empate, pero no muchos vieron un triunfo de Canelo, que sin importar los análisis del jueceo, dio un gran paso esa noche al plantarse en el centro del ring, fajarse con Golovkin y acallar a quienes decían que no era capaz de hacerlo.
Llegando a la tercera pelea, por cierto también en el fin de semana de la Independencia de México, Golovkin tenía la desventaja de la edad: 40 años contra 32 del mexicano, pero también por su inactividad en años recientes. Eso se notó.
Canelo fue muy superior el sábado e hizo bien en ahora sí expresar respeto por una leyenda del ring como lo es “GGG”.
“Le dije que gracias, gracias porque le dimos a la gente tres grandes peleas; estas tres peleas van a quedar para la historia del boxeo”, dijo Canelo al ser entrevistado en el ring por el reportero de DAZN y luego se dirigió a Golovkin, quien se encontraba a un par de metros de distancia para decirle en inglés: “Thank you so much, my friend. Thank you, Golovkin”.
Cuando le preguntaron a Canelo acerca de esa mala relación que hubo por años con el kazajo, respondió: “Yo simplemente estoy contento de compartir el ring con él”.
Luego, Golovkin habló de la rivalidad: “Es como todos los mejores boxeadores, los mejores jugadores, como en el baloncesto LeBron y Kobe, o Michael Jordan con Kobe. Solo uno puede estar arriba”.
Con mucha categoría, como ha sido en toda su carrera, Golovkin estrechó la mano de Canelo una vez más y dijo: “Canelo es un real guerrero, si ustedes no lo entienden entonces no entienden nada”.
Canelo Álvarez sigue siendo el rey indiscutible de los supermedianos y avisó que se tomará un buen descanso y que se atenderá de su lastimada mano izquierda. En cuanto a Golovkin, a pesar de verse lento e inactivo el sábado, afirmó que no se retira aún y que seguirá para defender sus coronas de peso mediano.