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LeBron James dijo allá por febrero que los meses siguientes iban a ser los más importantes de su carrera. El histórico anotador de la NBA está llevando a cabo su obra maestra -entre tantas-, guiando a los Lakers a una improbable carrera de playoffs.
James guardó su mejor partido de esta postemporada para el viernes en la Arena Crypto.com de Los Ángeles al liderar a los Lakers con 30 puntos (10 de 14), 9 rebotes y 9 asistencias, para un indiscutible triunfo de 122-101 sobre los Warriors de Golden State. Los Lakers ganan la apasionante serie en seis partidos y avanzan a las Finales de la Conferencia Oeste contra los Denver Nuggets a partir del martes.
Golden State inició el partido tratando de proteger dos datos asombrosos: 28 series seguidas de playoffs en las que ganaron al menos un partido como visitantes, y su racha de 19 series de postemporada sin derrota contra equipos de la Conferencia Oeste en esta era de gloria bajo el coach Steve Kerr.
Pero tras quedar eliminados, es inevitable preguntarse si esta noche en Los Ángeles ha llegado a su final la última dinastía de la NBA: los Warriors ganaron las Finales cuatro veces desde 2015, además de disputar otras dos.
Para síntomas de esto último, la noche terrible de Klay Thompson (3 de 18 en tiros de campo, 8 puntos). La serie completa fue de pesadilla para él. Stephen Curry anotó 32 puntos en una valiente actuación, pero lo dejaron muy solo. En contraste, James contó con un enorme Anthony Davis en toda la serie. El viernes, recupeado de un golpe en la cabeza dos noches antes, tuvo 17 puntos y 20 rebotes.
En cuanto a los Lakers, este equipo parecía desahuciado a la mitad de la campaña, pero la gerencia hizo una serie de movimientos que resultaron súper exitosos que les permitieron meterse a los playoffs como el equipo sembrado No. 7. Este equipo sigue mejorando, encontrando cada vez más contribuciones de otros jugadores y nuevas fórmulas de acuerdo a las situaciones.
Dos coladas extrañamente erradas por Stephen Curry y Draymond Green en posesiones seguidas de Golden State fueron convertidas en canastas de LeBron James atacando el aro, poniendo el marcador 70-53 restando 8:11 del tercer periodo.
Curry mantuvo a su equipo aún con vida en el tercer periodo, aunque ciertamente distanciado. La ventaja angelina llegó a ser de 19, pero los Warriors, con el tanque casi vacío, se fueron al cuarto periodo abajo por 14 (91-77).
LeBron James, jugando muy agresivo en la segunda mitad, puso arriba a los Lakers 95-80 con 10:15 minutos restantes del cuarto periodo al llevarse a Andrew Wiggins, quien el dio un golpe en el rostro en la jugada. La ventaja aumentó a 20 con tiros libres del propio James poco después para liquidar el partido (100-80) contra un rival herido de muerte.
Bombazo de Austin Reaves para cerrar la primera mitad
Los Ángeles se fue el descanso con ventaja de 10 puntos (56-46) gracias a una secuencia espectacular en los últimos segundos. Primero, Anthony Davis bloqueó un tiro de Donte DiVincenzo bajo el aro y luego Austin Reaves lanzó el balón desde su propia cancha para un enceste kilométrico que puso de pie a los aficionados.
LeBron, con 15 puntos, y el propio Reaves (13) lideraron a los Lakers en el primer medio, además de 12 rebotes de Anthony Davis, quien no tuvo contratiempos luego del susto por el golpe en la cabeza en el juego 5 de la serie. Los Warriors, por su parte, solo tiraron para un 33% (17-51) en la primera mitad y 22% (5-23) en intentos de triples.
Los Lakers empezaron muy bien y se separaron a 17 puntos (27-10) restando 4:40 del primer periodo con un triple de Austin Reaves. Esto, momentos después de que LeBron James había conectado desde larga distancia justo luego de levantarse en el otro extremo de la cancha quejándose de un golpe en la cabeza tras una colisión.
Pero a pesar de un frío inicio de Stephen Curry y Klay Thompson, que se combinaron para comenzar con 2 de 13 en tiros de campo, los Warriors se asentaron y con algunas canastas acrobáticas de Curry terminaron el primer periodo solo abajo por cinco puntos (31-26).
El juego contó, como es costumbre, con la presencia de muchas celebridades, incluyendo en esta ocasión Lewis Hamilton, legendario piloto de carreras.
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