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Todo apunta a que en el 2023, Estados Unidos se verá obligado a disminuir sus actividades económicas para sortear el peso de la inflación, que si bien gira en espiral a la baja, todavía se mantiene por los márgenes altos. Para los economistas una recesión este año será inevitable.
Se ha visto antes en la historia, cuando la única alternativa de la Reserva Federal es asfixiar la inflación con tasas altas de interés, la economía colapsa y queda como resultado un decrecimiento.
El economista Juan Carlos Martínez Lázaro, profesor de IE University, espera que este año los niveles de inflación sean menores que los vistos en el 2022. “Pero desde luego vamos a tardar tiempo y no va a ser en 2023 cuando se consiga retornar a los niveles de inflación pre pandemia. Para llegar a ese escenario todavía hacen falta meses”, indicó.
La tasa de desempleo aumentará
A pesar de las intervenciones que probablemente pueda hacer la Reserva Federal para contener las consecuencias de las altas tasas de intereses, estas se extenderán por toda la economía afectando las cadenas de suministros, servicios, empresas y poder adquisitivo de los ciudadanos.
Lo que los expertos auguran es que con la rigidez de las políticas monetarias, se reducirán las actividades empresariales, se disparará el desempleo y se concentrará los precios en los artículos básicos; las familias tendrán menos consumo.
El economista Steven Bell, jefe para EMEA de la firma Columbia Threadneedle, señala que su previsión para el 2023 es que haya una recesión en Estados Unidos: “Tiene que tener una. Su mercado laboral actual está más tenso que nunca en un período de posguerra y, sorprendentemente, no se ha debilitado”.
Para muchos expertos la clave para detener el impacto inflacionario es darle un respiro al mercado laboral. Pero como efecto dominó, al tener este tipo de acciones en las economías desarrolladas, los mercados emergentes también se verán obligados.
Estados Unidos no será el único afectado
No sólo Estados Unidos tomará estas medidas, Bell indica que Europa de igual forma caminará la misma senda, debido al aumento de los precios de la energía: “Creo que necesitan una recesión. No creo que sea profunda. Será leve y la respuesta será rápida, pero creo que lo necesitan”.
Desde el optimismo se espera precisamente eso, que la recesión sea superficial. Para la economista en jefe de KPMG Diane Swonk, con esta disminución de la actividad económica los mercados pueden recuperarse rápidamente. “Tenemos buenos balances financieros, y podría haber una respuesta positiva a un anuncio de tasas más bajas si la Fed comienza a relajar”.
Aunque no se tiene claro por cuánto tiempo las tasas de interés se mantengan en picos altos, los expertos afirman que esperan que la Fed comience los recortes de las tasas a finales de este año. “La Fed tendrá que retractarse de las tasas de interés más altas en algún momento debido a la recesión”, argumenta Swonk.
Sin embargo, Tom Simons, economista del mercado monetario de Jefferies prevé que esa posible recesión se extienda hasta fines de 2024 si las tasas no bajan.
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