Sergio Mayer no probó las mieles del éxito demasiado pronto, pues el exintegrante de Garibaldi tuvo que emprender un largo camino para poder disfrutarlas, ya que sus orígenes se remontan a un barrio bravo y popular de la Ciudad de México.
De acuerdo con el diario “El Universal”, el también político, pertenecía a una familia de la clase media baja y creció con sus tres hermanos en la colonia San Lorenzo Xicoténcatl, en la alcaldía Iztapalapa, ubicado en la capital mexicana.
Además, el hecho de ser rubio hizo que el bailarín sufriera discriminación en su barrio, le hicieran bullying y tuviera que aprender a defenderse solo ante los ataques de sus compañeros y conocidos.
Sin embargo, Sergio Mayer recordó también que hoy en día se considera un hombre recto que se superó en la vida, gracias a la forma en que lo educó su papá, quien era muy estricto, pero al mismo tiempo con una mentalidad “muy cuadrada”.
“Mi papá era de los que a mi abuelo le daba beso en la mano y le hablaba de usted, imagínate esa educación que fue forjando a base de golpes en aquél tiempo, porque así los educaban y así era la realidad”, confesó.
“Para que veas lo cuadrado que fue mi papá en ese momento… porque ha cambiado muchísimo evidentemente, el tiempo lo va cambiando”, añadió.
Sergio Mayer recibió golpes, pero no fue un “niño maltratado”
Sergio Mayer reconoció que tanto su padre como su madre golpeaban a él y a sus hermanos, pero no se asume como un “niño maltratado”, pues solo trataban de controlar el temperamento que tenían y siempre les exigió hacerse responsables.
“Cuando empezamos a crecer y queríamos salir de reventón, llegábamos a la una o dos de la mañana y a las tres, mi papá nos despertaba, ‘Levántese cab%0&. Órale a trabajar’, apenas te estabas quitando la ropa para acostarte y tenías que irte a trabajar…”, agregó.
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