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Declaran culpable a hombre que mató a dos latinos en Florida en 2010

El hombre podría afrontar una condena de cadena perpetua.
El hombre podría afrontar una condena de cadena perpetua.

Foto:
Joe Raedle / Getty Images

Un hombre que tras ser tiroteado en 2010 dentro de su vehículo de venta de helados quiso buscar justicia por mano propia y acabó acusado de asesinar a dos hermanos latinos, e intentar hacer lo mismo con otros cuatro, fue declarado este martes culpable de asesinato en primer grado por un jurado de Florida (EE.UU.).

El hecho se produjo en la ciudad de Ruskin, en el condado de Hillsborough (oeste de Florida), cuando Michael Keetley, ahora de 51 años, fue golpeado, tiroteado y robado por dos hombres enmascarados mientras trabajaba en su camión de helados.

El asalto provocó en Keetley tal sed de venganza que, posteriormente, el Día de Acción de Gracias de 2010, disparó en una vivienda a seis personas que creía culpables del robo, matando a dos de ellas, los hermanos Sergio y Juan Guitrón.

El primer juicio contra Keetley por el doble asesinato terminó en juicio nulo en 2020 después de que un jurado no lograra ponerse de acuerdo sobre el veredicto.

En el nuevo proceso, un jurado encontró a Keetley, que ha pasado ya 12 años preso, culpable de dos cargos de asesinato en primer grado por la muerte de los hermanos Guitrón y de cuatro cargos de intento de asesinato de Daniel Beltrán, Gonzalo Guevara, Ramón Galán y Richard Cantú.

El acusado, que siempre mantuvo que era inocente de los cargos en su contra y que no fue el autor del tiroteo en una vivienda de Ruskin, podría afrontar una condena de cadena perpetua en la audiencia para sentencia programada para el próximo 26 de mayo.

Keetley fue asaltado y robado mientras conducía su camión de helados y, según los informes, dos hombres enmascarados le dispararon cinco veces para llevarse 12 dólares de botín.

Como consecuencia de los disparos, Keetley sufrió una incapacidad de por vida.

Según las investigaciones policiales, ninguno de los seis hombres tuvo nada que ver con el ataque al camión de helados.

Una de las fiscales a cargo del caso señaló en el primer juicio que Keetly llegó a la vivienda del tiroteo vestido de negro, con una camiseta con la palabra “Sheriff”(alguacil) y preguntando por alguien llamado “Creeper”.

Relató que los latinos, que estaban de fiesta, pues la noche anterior celebraban la Acción de Gracias, creyeron que era un agente e intentaron mostrar sus identificaciones, pero que él no esperó y comenzó a dispararles uno por uno.

“El quería venganza”, subrayó la fiscal.

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