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La madre de Anthony Avalos y su novio fueron declarados culpables del asesinato del menor hispano de 10 años de edad, la cual ocurrió en la ciudad de Lancaster, en el Condado de Los Ángeles, en junio de 2019.
Este martes, el juez del Tribunal Superior, Sam Ohta, dio a conocer su veredicto en el juicio contra Heather Maxine Barrón y su novio, Kareem Ernesto Leiva, que comenzó el 25 de enero y los argumentos finales se presentaron el 22 de febrero.
Ambas partes renunciaron a su derecho a que un jurado escuchara el caso.
Durante el juicio, se presentaron terribles testimonios sobre la tortura y abusos a los que fue expuesto el pequeño Anthony por parte de Barrón y Leiva.
Entre los abusos estuvieron privarlo de alimento y agua, golpes continuos, obligarlo a arrodillarse sobre arroz en un piso de concreto durante horas, rociarle salsa picante en el rostro y azotarlo en todo su cuerpo,
Barrón, de 33 años de edad; y Leiva de 37 años de edad, recibieron acusación de asesinato en primer grado y tortura, por la muerte del niño Anthony Ávalos.
El menor fue encontrado inconsciente en el apartamento de la familia en Lancaster el 20 de junio de 2018 y falleció a la mañana siguiente.
También recibieron cargos de abuso infantil que involucraron a dos medios hermanos de Anthony, identificados durante el juicio como Destiny y Rafael.
Ambos acusados no reaccionaron de inmediato en el momento en que Ohta anunció el veredicto por el cargo de asesinato.
El cargo de asesinato incluye la acusación de circunstancias especiales que involucra la imposición de tortura.
La Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Los Ángeles retiró la solicitud de la pena de muerte contra los dos acusados.
Barrón y Leiva enfrentan una pena máxima de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
En sus argumentos finales, el fiscal le dijo al juez que ambos acusados eran “malvados” y “monstruos” y que deberían enfrentar las consecuencias por cometer la tortura y el asesinato de Anthony; mientras que los abogados de ambos acusados argumentaron que Barrón y Leiva deberían ser absueltos de los cargos más graves.
El fiscal de distrito adjunto, Jonathan Hatami, mencionó al juez que Anthony murió por una combinación de inanición y deshidratación, traumatismo por objeto contundente, abuso infantil crónico, tortura y la falta para encontrar tratamiento médico para atender al menor de 10 años.
Hatami dijo que la posición de la fiscalía era que los dos acusados son personas malvadas y abusivas antes de conocerse.
Según el fiscal adjunto, Barrón fue quien ideó muchas de las técnicas de tortura y que eligió a Leiva para que actuara como ejecutor de la disciplina aplicada a Anthony y a sus dos medios hermanos.
Una de las abogadas de la madre, Nancy Sperber, solicitó al juez para absolver a su cliente de los cargos de asesinato y tortura, sin abordar directamente los cargos de abuso infantil.
La abogada sostuvo que Barrón es víctima del síndrome de la mujer maltratada y que Leiva había asumido la total y completa responsabilidad por cada acto de violencia que se tuvo contra el menor hispano de 10 años de edad.
El abogado de Leiva pidió al juez absolver a su cliente del cargo de asesinato en primer grado y de la acusación de circunstancias especiales, junto con el cargo de tortura.
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