En noviembre del 2020, Catherine Álvarez impresionó a miles de residentes después de haber ganado un lugar en el ayuntamiento de la ciudad de Downey. La nueva concejal, quien representa al ciudadano promedio en la ciudad, es inquilina de hace muchos años, madre soltera y discapacitada.
Sin embargo, todavía no iniciaba de aplicar la visión por la que fue elegida representante de la ciudad, un pequeño grupo inició un intento de destitución por ser una ávida luchadora contra la falta de vivienda asequible, situación que es considerada un conflicto de interés ya que ella también es inquilina.,
Álvarez, quien actualmente funge como subalcaldesa y representante del distrito 3 de Downey, dijo en entrevista con La Opinión que su propia experiencia para conseguir vivienda asequible la motivó a buscar una representación en el ayuntamiento.
Confesó que hace unos años, en uno de sus momentos más complicados de su vida, perdió su empleo y por ende fue desalojada de su apartamento con sus dos hijos.
Ingenuamente ella creyó que sus representantes locales la podrían ayudar, pero no fue así. La respuesta que recibió fue que tenía que llamar a otro número del gobierno. No sintió que hubo asesoramiento adecuado.
Eso la motivó a formar la Unión de Inquilinos de Downey donde comenzó a luchar junto a otros defensores en contra de los desalojos injustos y los altos precios de las rentas.
“Ahí sabía que tenía que correr por la posición [de concejal] porque ninguno de los que están en el concilio quieren ayudar a la gente que es clase media y clase media baja”, dijo la concejal, quien es también inmigrante.
Para el asombro de muchos, Álvarez ganó el asiento para representar al distrito 3 de Downey, con tan solo $3,000 en su bolsa recaudados mediante la venta de tacos y pequeñas donaciones de quienes creen en su liderazgo. Ella recibió 1,000 votos más que su contrincante.
“Mis promesas de campaña han sido poner luces en las calles, arreglar el pavimento, ayudar a los veteranos y a los discapacitados y tener un control de renta”, dijo Álvarez. “Muchas de esas cosas ya se están haciendo”.
Pero su batalla más grande ha sido el tema de los inquilinos y del cual no puede seguir abogando por el conflicto de interés.
Álvarez creyó que al entrar al ayuntamiento y contar su historia como inquilina ayudaría a cambiar la perspectiva a los demás miembros del ayuntamiento de los cuales todos son dueños de casa y algunos dueños de negocios.
“Les hice la propuesta y les dije cómo funcionaba el control de rentas, pero ninguno de ellos quiso apoyar. Trate de hacerlo nuevamente para ponerlo a voto otra vez en la ciudad y me están bloqueando”, dijo Álvarez. “Es muy difícil trabajar con personas cuando no quieren algo que se necesita. Yo soy inquilina y por eso estoy representando a los inquilinos y clase media, media baja”.
La concejal explicó que actualmente Downey solamente se puede beneficiar de un control de renta que existe a nivel estatal donde no se puede subir más del 10% de renta por año. Ella considera este un acto injusto ya que mientras la renta puede seguir subiendo los sueldos no suben al mismo ritmo.
Subrayó que esas decisiones de sus colegas en el ayuntamiento le hacen sentirse defraudada ya que conoce de primera mano lo complejo y difícil que es para mucha gente el no tener empleo, y eso es lo que trata de combatir.
“Yo vivía en un carro y sé lo que es vivir en la calle. Se me hace muy indispensable tener un control de renta”, aseguró.
Agregó que esto no solamente beneficiaría a las familias de bajos recursos que viven en la ciudad, sino también a los ancianos quienes reciben un ingreso fijo, el cual en ocasiones no cubre ni la cantidad completa de la renta. Ahí es donde ellos mismos tienen que elegir entre pagar la renta, las facturas o la comida.
Ideas que no son bienvenidas
Después del primer intento fallido por destituir a Álvarez, ahora ha iniciado otra campaña liderada por el ex alcalde de la ciudad de Downey Rick Rodríguez y otros ex miembros del ayuntamiento quienes acusan a Álvarez de “aterrorizar” a los concejales cuando iba con su grupo de inquilinos a protestar afuera de sus casas.
Álvarez detalló que ella solo lucha por lo que considera es justo. Indicó que muchas personas consideran que Downey es el Beverly Hills latino, pero eso está fuera de la realidad.
“Aquí no hay montañas y la mitad de los residentes de [mi distrito] son renteros donde viven hasta dos familias en un hogar”, dijo Álvarez.
Downey cuenta con una población de aproximadamente 114,000 personas de los cuales aproximadamente el 70% son latinos y el resto de otras etnias como blancos y asiáticos.
Ricardo Pérez, residente de más de 20 años de la ciudad y abogado de derechos civiles, dijo que apoya a la subalcaldesa ya que su historia es muy parecida a la de él y a la de muchos residentes de la ciudad.
“Ella ha tenido muchas batallas en su vida y las ha superado. Es importante que ella siga siendo concejal en Downey porque ella aboga por los inquilinos y desea la superación de todos”, dijo Pérez.
“Álvarez lucha por la gente de habla hispana. Busca que haya traducciones en español para la gente que quiere participar en las reuniones del ayuntamiento”.
El abogado Pérez aseguró que el intento de destitución de Álvarez no es más que un movimiento político de partidarios del expresidente Donald Trump, los mismos que quisieron destituir al gobernador Gavin Newsom y al fiscal del condado de Los Ángeles George Gascón.
“Esto es un ataque de derecha a la política progresiva”, indicó Pérez.
Al cierre de esta edición tratamos de hablar con gente de la campaña de destitución, pero al final del día no habían respondido.