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Los migrantes que terminaron muertos o heridos tras el choque de su barco en costas de Italia pagaron miles de dólares dólares a los contrabandistas para realizar el que ahora es conocido como “viaje de la muerte”.
De acuerdo con AP, el martes, fiscales italianos identificaban a presuntos contrabandistas que supuestamente cobraban $8,500 dólares por cada persona que realizaba el “viaje de la muerte” de Turquía a Italia.
Los equipos de rescate sacaron hoy más cadáveres del mar, elevando a 65 el número de víctimas mortales de la última tragedia migratoria en Italia.
Al menos 65 personas, entre ellas 14 menores, murieron cuando la embarcación de madera en la que viajaban, abarrotada de pasajeros, se estrelló contra un banco de arena a 100 metros de la costa de Cutro y se partió en dos en medio de un mar embravecido.
El fiscal de Crotone, Giuseppe Capoccia, confirmó que los investigadores habían identificado a tres presuntos traficantes, un turco y dos paquistaníes. Se cree que un segundo turco escapó o murió en el naufragio.
La policía de fronteras italiana también confirmó en un comunicado que los organizadores de la travesía cobraban miles de euros a cada uno por el trasladarlos desde Turquía hasta Italia.
Las autoridades monitoreaban el barco
Antes del accidente, ocurrido el domingo, las autoridades ya monitoreaban el paso del barco repleto de migrantes cerca de las costas de Italia.
De acuerdo con las autoridades, un avión de la agencia fronteriza de la UE, Frontex, avistó la embarcación frente a Crotone a las 22:26 horas del sábado y alertó a las autoridades italianas.
Por su parte, la Guardia Costera italiana emitió un comunicado el martes en el que afirmaba que Frontex había indicado que la embarcación de los migrantes “navegaba con normalidad” y que sólo se podía ver a una persona sobre cubierta.
Añadía que una embarcación de la policía de fronteras italiana, “que ya estaba operando en el mar”, se dirigió a interceptar la embarcación de migrantes.
El ministro del Interior, Matteo Piantedosi, declaró al Corriere della Sera que se “se hizo todo lo posible en unas condiciones de mar absolutamente prohibitivas”.
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