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Un dron de ataque unidireccional golpeó una posición militar estadounidense en Siria el jueves, mató a un contratista estadounidense, hirió a varios soldados de Estados Unidos y provocó que el Pentágono lanzara ataques aéreos de represalia, informó el Departamento de Defensa en un comunicado de prensa el jueves por la noche.
El dron, que el Pentágono describió como de origen iraní, citando una evaluación de inteligencia de EE.UU., golpeó una instalación de mantenimiento dentro de una base militar cerca de Hasakah, una ciudad en el noreste de Siria, a la 1:38 p.m. hora local.
El secretario de Defensa Lloyd Austin, en una declaración adjunta, dijo que bajo la dirección del presidente Joe Biden, las fuerzas estadounidenses en la región llevaron a cabo ataques aéreos contra instalaciones afiliadas al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, una fuerza paramilitar que ha atacado durante años a las tropas estadounidenses estacionadas en el Medio Oriente.
“Los ataques aéreos se llevaron a cabo en respuesta al ataque de hoy, así como a una serie de ataques recientes contra las fuerzas de la Coalición en Siria por parte de grupos afiliados al IRGC”, dijo Austin.
Estos ataques de precisión están destinados a proteger y defender al personal estadounidense. Estados Unidos tomó medidas proporcionadas y deliberadas destinadas a limitar el riesgo de escalada y minimizar las bajas.
Dos de los miembros del servicio heridos fueron tratados en el lugar, mientras que los otros cuatro estadounidenses fueron evacuados médicamente a las instalaciones médicas de la Coalición en Irak, dijeron las autoridades.
“Como ha dejado claro el presidente Biden, tomaremos todas las medidas necesarias para defender a nuestro pueblo y siempre responderemos en el momento y lugar que elijamos”, dijo el secretario Austin. “Ningún grupo atacará a nuestras tropas con impunidad”.
“Nuestros pensamientos están con la familia y los colegas del contratista que murió y con los que resultaron heridos en el ataque de hoy”, dijo el secretario de Defensa.
Estados Unidos todavía tiene más de 900 soldados y cientos de contratistas más en Siria, trabajando con combatientes kurdos para asegurarse de que no haya un resurgimiento del Estado Islámico, que aparentemente fue derrotado como califato en 2019, después de cinco años de causar estragos en Irak y Siria.
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