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Actualmente los robots ya están ganando mayor presencia en muchas actividades humanas controlando algunas, pero unos científicos presentaron una herramienta que permitía a los humanos controlar a los robots con la mente.
Investigadores de la Universidad Tecnológica de Sídney (UTS) han desarrollado una tecnología de biosensores que permitirá manejar dispositivos, como robots y máquinas, únicamente mediante el control del pensamiento.
La avanzada interfaz cerebro-ordenador ha sido desarrollada por el catedrático Chin-Teng Lin y la profesora Francesca Iacopi, de la Facultad de Ingeniería e Informática de la UTS, en colaboración con el Ejército australiano y el Centro de Innovación de Defensa.
Además de las aplicaciones de defensa, la tecnología tiene un gran potencial en campos como la fabricación avanzada, la industria aeroespacial y la sanidad, por ejemplo permitiendo a personas con discapacidad controlar una silla de ruedas o manejar prótesis.
“La tecnología de manos libres y voz libre funciona fuera de los laboratorios, en cualquier momento y lugar. Hace innecesarias interfaces como consolas, teclados, pantallas táctiles y el reconocimiento mano-gesto”, explica la profesora Francesca Lacopi. “Utilizando material de grafeno de última generación, combinado con silicio, hemos podido superar los problemas de corrosión, durabilidad y resistencia al contacto con la piel para desarrollar los sensores secos portátiles”, añade.
En el estudio se demuestra que los sensores de grafeno desarrollados en la UTS son muy conductores, fáciles de usar y robustos. Estos se se colocan en la parte posterior del cuero cabelludo para detectar las ondas cerebrales del córtex visual. Los sensores resisten condiciones adversas, por lo que pueden utilizarse en entornos operativos extremos.
Para hacer funcionar la interfaz, el usuario lleva una lente de realidad aumentada montada en la cabeza que muestra cuadrados blancos parpadeantes. Al concentrarse en un cuadrado concreto, el biosensor capta las ondas cerebrales del operador y un descodificador traduce la señal en órdenes.
Tecnología probada por el ejército
La tecnología fue probada recientemente por el ejército australiano, donde unos soldados manejaron un robot cuadrúpedo de Ghost Robotics utilizando la interfaz cerebro-máquina. El dispositivo permitía comandar el perro robótico con manos libres con una precisión de hasta el 94%.
“Nuestra tecnología puede emitir al menos nueve órdenes en dos segundos. Esto significa que tenemos nueve tipos diferentes de órdenes y que el operador puede seleccionar una de esas nueve en ese periodo de tiempo”, explicó el profesor Lin.
Los investigadores creen que la tecnología será de interés para la comunidad científica, la industria y la administración, y esperan seguir avanzando en los sistemas de interfaz cerebro-ordenador.
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