Tocar la puerta equivocada, manejar por la calle que no es, acercarse al carro de otra persona o buscar una pelota en el patio del vecino son pequeñas confusiones que en EE.UU. pueden costar la vida.
Estos son errores comunes de la vida diaria por los que algunos estadounidenses han sido baleados en los últimos días.
Una de esas víctimas apenas tenía 6 años.
Más allá de los tiroteos masivos que estremecen al país cada vez con mayor regularidad, estos pequeños incidentes, que suceden casi a diario, son los que se han convertido en la principal causa de víctimas fatales por armas de fuego en EE.UU.
“El tipo principal de incidentes que tenemos es que una o dos personas reciben disparos”, le dijo a la BBC Mark Bryant, director del Archivo Nacional de Violencia Armada.
Hasta el momento se han calculado 165 tiroteos masivos en lo que va del año, pero miles de incidentes menores.
La puerta o la entrada equivocada
Según el Archivo de la Violencia Armada, un promedio de 50 personas mueren cada día en EE.UU., sin contar los suicidios, por incidentes donde hay involucradas armas de fuego. Además 100 personas resultan heridas.
Los tiroteos masivos son una pequeña parte del marco general de incidentes con armas de fuego a nivel nacional.
Aunque esos eventos son los que atraen la atención de la opinión pública, solo representan el 6% de las muertes y heridos por esta causa en el país.
La mayoría de las historias son como las de Ralph Yarl, un adolescente de 16 años a quien un hombre le disparó el pasado 13 de abril después de que el joven tocara el timbre de su casa por equivocación.
“Tocó el timbre en la puerta equivocada y el dueño de la casa le dio dos disparos. Los médicos no pueden creer que haya sobrevivido”, le dijo a los medios locales Cleo Nagbe, la madre del joven.
O la historia de Kaylin Gillis, una joven de 20 años que murió el pasado 15 de abril después de que un hombre le disparara porque el carro en el que viajaba con sus amigas se metió en la entrada de una vivienda equivocada.
También lo que pasó con dos jóvenes que intentaron abrir un auto que no era el de ellas en un estacionamiento en el estado de Texas y la persona que estaba adentro salió del vehículo y comenzó a disparar, hiriendo a una de ellas de gravedad.
O la niña de 6 años y su padre contra quienes un vecino disparó porque una pelota de basquetbol cayó en su jardín.
“La bala entro y salió por mi mejilla”, le dijo la niña a una cadena de noticias local.
Y eso son solo las historias que aparecen en los titulares de los medios nacionales.
“La violencia armada afecta a todas las comunidades de alguna forma, incluso si es menos visible que un tiroteo masivo”, explicó Kelly Drane, directora de investigación del grupo de defensa de la seguridad de las armas Giffords.
“Estas últimas semanas la gente se está dando cuenta: la violencia armada ocurre en nuestro país todos los días. Las armas le está costando mucho a nivel humano a la nación”, agregó.
No todas las comunidades se ven afectadas por igual; las personas negras mueren debido a las armas de fuego en tasas más altas que cualquier otro grupo racial o étnico en EE.UU.
Las muertes relacionadas con armas de fuego aumentaron considerablemente entre los niños negros e hispanos durante la pandemia de covid-19, según una investigación de la Fundación de la Familia Kaiser.
Segunda enmienda
Ahora, el debate que causan los tiroteos masivos cada día está más polarizado.
Los partidarios del derecho a las armas abogan por menos restricciones, mientras que los defensores de un mayor control continúan presionando por leyes que limiten el acceso.
La segunda enmienda de la Constitución de EE.UU. garantiza a los estadounidenses el derecho a las armas de fuego, aunque el alcance de ese derecho es un tema de un gran debate político y legal.
Los conservadores, que a menudo apoyan los derechos de la segunda enmienda, culpan de la violencia armada a una crisis de salud mental más amplia y al aumento de la delincuencia.
Los liberales, que tienden a favorecer una regulación más estricta, señalan los altos niveles de acceso a las armas de fuego en EE.UU. como la causa de la violencia.
Entre el 1 de enero y el 20 de abril de 2023, 12,719 personas han muerto en incidentes de violencia armada, según datos proporcionados por el Archivo de la Violencia Armada.
Desde el 13 de abril, el día en que Ralph Yarl fue a la casa que equivocada, ha habido 845 incidentes relacionados con armas en EE.UU., según datos preliminares del Archivo de la Violencia Armada.
Cabe aclarar que una pequeña fracción de estos incidentes no involucraron disparos, como un caso que ocurrió el 13 de abril en el que un adulto dejó un arma cargada en el baño de una escuela primaria de Atlanta, Georgia.
En general, esos 845 incidentes provocaron 743 lesiones y 328 muertes.
Y lo que es seguro es que la próxima semana habrá más.
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