El reciente auge de los artículos usados entre los jóvenes de la Generación Z han ocasionado un inusual aumento de los precios de estos productos en algunas tiendas de segunda mano en Estados Unidos.
Cada vez más usuarios han comenzado a quejarse de que el precio de los artículos de segunda mano en tiendas como Goodwill y Salvation Army se ha disparado a tal punto que algunas prendas cuestan lo mismo que cuando se vendían nuevas.
El mercado de segunda mano de EE.UU. ha crecido sustancialmente en los últimos años y se ha convertido en una actividad popular entre los compradores de la Generación Z, a quienes se les atribuye la defensa de una forma más sostenible de comprar.
De acuerdo con la empresa ThredUp, se espera que el mercado de artículos de segunda mano en EE.UU. crezca 16 veces más rápido que el mercado de ropa de precio completo y tenga un valor de $82,000 millones para 2026.
El lucrativo negocio de la reventa de prendas
Pero los compradores de la Generación Z no solo compran artículos de segunda mano para ellos, sino que también la están revendiendo a un precio superior en plataformas como Poshmark y Depop, y esto parece estar elevando los precios en todos los ámbitos.
Pero los expertos dicen que no se debe culpar a los revendedores por los aumentos de precios, sino también se debe analizar el comportamiento de las empresas.
Goodwill afirma en su sitio web que su objetivo es fijar el precio de las donaciones de ropa que recibe “a un valor justo de mercado según la marca y el estado del artículo”.
Un portavoz de su operación principal, que supervisa 155 organizaciones de Goodwill dijo a Insider que depende de cada una de estas divisiones determinar sus propios precios.
Goodwill también dice que dona todas sus ganancias a su misión de ayudar a las personas necesitadas a encontrar trabajos en la comunidad y aprender habilidades valiosas.
Pero los crecientes precios han comenzado a dificultar que las personas encuentren ropa asequible.
De acuerdo con diversos usuarios citados por Insider, se han encontrado prendas de ropa de marcas de bajo costo como Shein, Fashion Nova y Nasty Gal a un precio de $15 a $20 dólares. Esto es lo que los usuarios podrían esperar gastar cuando compran directamente en estas tiendas.
Estos precios más altos podrían hacer que algunos consumidores regresen a los brazos de los minoristas de moda rápida.
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