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El presidente Joe Biden planea liberar hasta 15 millones de barriles de petróleo de las reservas de emergencia de Estados Unidos, con el fin de enfrentar una posible alza de precios en gasolina.
La decisión ocurriría en medio de la polémica con Arabia Saudita, que se sumará a los otros socios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+), incluido Rusia, para la reducción de producción de petróleo.
Bloomberg reportó que la Administración Biden hará el anuncio de la liberación de petróleo, luego de haber detenido esa estrategia en la primavera pasada, cuando se liberaron en varias acciones 180 millones de barriles.
La pandemia de COVID-19 tuvo un impacto en la producción del petróleo, pero la invasión de Rusia en Ucrania desató la crisis energética que ha impactado más a Europa, pero con un daño económico importante en EE.UU., debido a los altos precios de la gasolina.
La semana pasada, el presidente Biden dejó entrever que haría “más” sobre el incremento de la gasolina, aunque su decisión tiene una conexión directa con Arabia Saudita.
David Turk, el subsecretario de Energía, también dijo la semana pasada que la administración puede aprovechar la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR) en las próximas semanas, a fin de estabilizar el precio del petróleo.
Según el reino saudita, el presidente Biden pidió al príncipe Mohammed bin Salman detener la decisión de la OPEP+ hasta pasadas las elecciones intermedias en EE.UU. el 8 de noviembre, pero los sauditas rechazaron hacerlo.
Por ello, el presidente Biden ha decidido liberar los 15 millones de barriles. El anuncio podría ser a finales de esta semana, se indicó.
“La Administración tiene una pequeña ventana antes de las elecciones intermedias para tratar de bajar los precios del combustible, o al menos demostrar que lo están intentando”, dijo una fuente a Bloomberg.
El precio nacional de la gasolina está cerca de los $4 dólares, pero hay al menos 17 estados donde los precios oscilan entre los $3.90 y los $6 dólares.
Las entidades más complicadas son Arizona, California –donde el gobierno envía $1,000 dólares a consumidores–, así como los estados de Washington, Oregon, Idaho, Nevada y Utah.