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Juan Manuel Blanco / EFE
TAPACHULA, México – Ante la llegada de miles de migrantes a la frontera sur de México y con el peligro de que los indocumentados permanezcan varados en Tapachula, en el sureño estado de Chiapas, el Centro de Dignificación Humana (CDH) inició una cruzada para instalar un corredor humanitario que garantice que las personas en caravanas migrantes lleguen a su destino.
Luis Rey García Villagrán, coordinador general del CDH, convocó a los tres niveles de gobierno y a los empresarios para que se sumen a esta iniciativa con el fin de que los niños y mujeres ya no duerman en las calles, ya no pidan dinero o se queden estancados en la ciudad, sino que los dejen avanzar.
“Si no quieren que avancen las caravanas, que los migrantes lleguen a las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), (entonces) que pongan en marcha este corredor humanitario como lo hace Panamá, que les permite pasar a los migrantes a su destino, porque México, no es el patio trasero de Estados Unidos”, enfatizó el activista.
Sostuvo que el tema migratorio debe tratarse de una manera más humana y que se deben dar cuenta de la necesidad que hay en las personas migrantes que los hace caminar por México.
Génesis, es una contadora pública y ahora migrante de Venezuela. Cuenta que llegó hace 10 días a Tapachula y sostuvo que su travesía ha sido de las más difíciles, porque enfrenta el miedo de ser detenida.
Ella viene con dos niños y su esposo y contó que salió como miles de sus compatriotas debido al alza de la inflación, la inseguridad, la falta de educación, recursos y de calidad de vida.
“De nada nos sirve estudiar y luchar tanto para sacar nuestras carreras, para que paguen $7 dólares mensuales, por lo que la única medida es poder migrar y llegar a Canadá, más no a Estados Unidos”, aclaró.
Keni Barrios, es un migrante venezolano que llegó hace cuatro días a Tapachula, y se ha negado a ir a la estación migratoria siglo 21, porque no les brindan documentos para que les permitan avanzar hacia al norte de México.
“He escuchado a muchas personas que los llevan y los extorsionan, pero la única petición de nosotros es que nos den un permiso de 5 a 10 días para poder llegar a los Estados Unidos”, dijo Barrios.
En ese sentido, García Villagrán pidió a los migrantes asesorarse de manera adecuada para poder tener un paso legal en el país.
“Nosotros les decimos a los migrantes que hagan grupos compactos para que tengan asesoramientos adecuados para poder hacer las cosas tal y como lo marca la ley”, dijo.
Enfatizó que la COMAR lo que requiere son recursos y mayor personal para evitar que se tengan a miles de personas varadas en la ciudad.
La región vive un flujo migratorio récord, con 2.76 millones de personas indocumentadas detenidas en la frontera de EE.UU. con México en el año fiscal 2022.
Las autoridades de México y Estados Unidos deportaron a más de 196,300 ciudadanos centroamericanos en 2022, entre ellos más de 35,000 niños y adolescentes, según un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).