Decenas de jóvenes y activistas efectuaron una manifestación hace unos días frente a la estación del Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles (LASD), en la estación del Este de Los Ángeles.
Sin importarles la lluvia, instalaron una carpa donde hablaron sobre las muertes de Miguel Ángel López, de un anciano de 70 años, de David Ordaz, Jr., de Takar Smith, Ernie Serrano y Anthony Vargas.
Reclamaron justicia por los asesinatos de sus seres queridos y que familias enteras hayan perdido a un abuelo, un hermano, primo, tío, o un padre y que, como consecuencia, haya hijos huérfanos.
“Mataron a mi esposo y ahora yo, sin trabajo no sé qué hacer”, dijo a La Opinión, Shameka Smith, viuda de Takar Smith, quien murió balaceado el 2 de enero, a manos de oficiales del Departamento de Policía de Los Ángeles.
Takar sufría de esquizofrenia y su esposa asegura que, aquel día, caminó a la estación Rampart del LAPD para pedir ayuda, porque su marido estaba sufriendo una crisis mental. Le dieron un número a donde llamar.
La policía respondió más tarde; hablaron con el hombre, quien uso una bicicleta como defensa, aunque después tomó un cuchillo de cocina.
Los policías usaron gas pimienta y múltiples descargas eléctricas para controlarlo. Smith, dijo su esposa, tiró el arma al piso y cuando estaba de rodillas quiso recogerlo, pero recibió un disparo mortal.
“Nunca trataron de minimizar la situación; yo llamé por ayuda y lo mataron”, dijo Shameka. El occiso dejó tres hijos sin padre: Takari (10), Treasure (9) y Takalya (8).
Bloquean el paso
Media hora antes de la protesta del sábado 11 de marzo, agentes del LASD colocaron una cinta amarilla de no traspasar, y patrullas de vigilancia, desde la entrada a la estación de alguaciles y el parque Belvedere.
“¿Qué queremos? ¡Justicia! ¿Cuándo? ¡Ahora!”, gritaron los manifestantes y agregaron: “La migra, la policía, ¡la misma porquería!”
Casi al borde del llanto, Sandra Serrano contó a La Opinión que los agentes del sheriff del condado de Riverside le quitaron la vida a su hermano Ernie Serrano, de 33 años, durante una confrontación el 15 de diciembre de 2020, en una tienda Stater Brothers, en Jurupa Valley. En esa ocasión, los agentes no fueron procesados.
“A mi hermano lo asfixiaron casi igual que a George Floyd”, dijo Sandra. “Él solamente estaba comprando un bocadillo; pero un guardia de seguridad lo seguía y no lo dejaba en paz”.
Agregó que no entiende si en la tienda se pensó que estaba robando, pero llamaron a las autoridades y cuando intentaba pagar unas galletas y un agua, los agentes lo sometieron sobre el mostrador de la tienda.
Además de la asfixia a que fue sometido, la Oficina del forense dictaminó que Ernie Serrano murió a manos de otra persona y que las acciones de los agentes contribuyeron a su muerte por una sobredosis de metanfetamina.
“Mi hermano gritaba por ayuda y lo mataron”, expresó Sandra. “Hasta ahora no he podido ver los videos de la forma como lo asesinaron”.
Finalmente, la Oficina del Fiscal de Distrito, Chiad Bianco, absolvió a los agentes Jeffrey Horner, Travis Cosper, Paul Ferrari y Robert Montañez, y el agente Scott Spykstra.
“Pandillas” de alguaciles
De acuerdo con Alejandra Estrada, organizadora de Say Their Names LA (Di su Nombre LA), un grupo que compila los apelativos de quienes han fallecido a manos de policías, alguaciles, mariscales o mueren en custodia de las autoridades. Según el sitio Statista, en el 2022, 1097 personas murieron a manos de la policía en todo Estados Unidos.
En el condado de Los Ángeles, Estrada señala que al menos 133 agentes del Departamento de Alguaciles se han involucrado en tiroteos mortales de civiles en los últimos cinco años.
Agrega que elementos de la estación en el Este de Los Ángeles, donde afirman que hay miembros de las pandillas Banditos, Cavemen y Little Red Devils han participado en 20 asesinatos.
Mientras que en Compton, los Executioners han arrebatado la vida a 12 personas; en la estación Century, adeptos de las pandillas Regulators y Spartans han acribillado también a 12 civiles que son parte del grupo Grim Reapers en el Sur de Los Ángeles, donde se han asesinado a 11; los Rattlesnakes mataron a 10 individuos en Lancaster y otra decena, en Palmdale, agrega.
“Es repugnante recordar la forma en que matan a nuestra gente”, comentó Christopher Pérez, un “boina café” de San Bernardino, quien estuvo presente en la manifestación. “La violencia de las pandillas de agentes no tiene sentido”.
¡Abajo los Banditos!
“Sin justicia no hay paz”, “¡Qué vergüenza!”,” ¡Abajo los Banditos!” y “No a la policía racista!”, gritaron las familias reunidas en el parque Belvedere que, directa o indirectamente han sido víctimas de la acción mortal de las autoridades.
La vigilancia de la protesta era dirigida por el sargento Reginald Hoffman, quien cuestionó a los manifestantes el motivo de su protesta.
“Estoy con ustedes”, dijo Hoffman a los protestantes. Y añadió: “Denle una oportunidad al nuevo sheriff, Robert Luna…, tenemos un buen alguacil”.
En junio 23 de 2021, la periodista Cerise Castle dio a conocer varias fotografías de Hoffman, quien estuvo en otra manifestación meses antes contra los alguaciles del este de Los Ángeles.
Hoffman portaba un pin de Fort Apache, que conmemora una protesta en la década de 1970, donde los agentes maltrataron a los asistentes.
Cargos criminales contra un alguacil
El pasado jueves 16 de marzo, el agente Remin Pineda, de 38 años, quien dio muerte a David Ordaz Jr. el 4 de marzo de 2021 tuvo una audiencia criminal en una sala de la Corte Superior del condado de los Ángeles.
Pineda, fue acusado de disparar ilegalmente contra Ordaz, mientras se encontraba en el suelo, frente a la casa de sus padres, en el Este de Los Ángeles.
Su hermana Hilda Pedroza, quien participó en la protesta recordó que llamó para pedir ayuda porque su hermano tenía pensamientos suicidas.
“Yo hablé con él por mucho tiempo; lo convencí de que fuéramos al hospital White Memorial, pero cuando llegamos no quiso bajarse [del auto]”, dijo a La Opinión.
“Tenía problemas mentales y cuando estábamos en el carro yo me salí porque agarró un cuchillo y pensé que iba en serio la idea de quitarse la vida”.
Llegaron alguaciles a la escena e inicialmente dispararon balas de goma. Cuando Ordaz cayó al piso, aparentemente quiso tomar el cuchillo y en ese instante recibió los balazos que le quitaron la vida.
El 10 de noviembre de 2022, el fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, anunció la acusación contra Remin bajo cargos de un delito grave de asalto con un arma de fuego semiautomática y asalto bajo pretexto de autoridad.
“La fuerza ilegal y excesiva a manos de la policía erosiona la confianza del público y genera más divisiones entre las fuerzas del orden y las comunidades a las que sirven”, dijo Gascón.
“Es imperativo que responsabilicemos a las fuerzas del orden público cuando actúan ilegalmente. Este trágico asesinato del Sr. Ordaz en presencia de su propia familia ha causado un daño tremendo que repercutirá en los años venideros”.
Hilda Pedroza menciona que no tiene conocimiento si Pineda pertenece a alguna pandilla de alguaciles, pero no le extrañaría “porque la presencia de las pandillas” en el LASD han existido por más de medio siglo.
Van 52 agentes acusados con George Gascón
Greg Rislin, portavoz de la oficina de la fiscalía de distrito del condado de Los ángeles, dio a conocer a la Opinión que, en el transcurso de 2021 y 2022, la oficina de George Gascón presento al menos 49 casos contra 52 agentes. Las acusaciones van desde manejar en estado de ebriedad o drogados (DUI) hasta asesinato.
De los 49 casos, 27 fueron presentados en el ciclo fiscal de 2021 y otros 22 casos fueron presentados en el 2022.
“La actual administración también ha archivado más casos contra oficiales en servicio e involucrados en casos de tiroteos que las dos administraciones anteriores (Steve Cooley y Jackie Lacey) combinadas”, dijo Rislin.
De hecho, el fiscal Gascón ha presentado ocho casos penales relacionados con el uso de fuerza irrazonable no letal, así como acusaciones contra cuatro oficiales en servicio, involucrados en tiroteos.
La administración de Jackie Lacey en dos términos del 2012 al 2020 presentó solamente una denuncia de sus subalternos, mientras estuvo al frente de la fiscalía del condado de Los Ángeles; Steve Cooley, fiscal del condado del 2000 al 2012, no presentó ninguna en 12 años y tres administraciones al frente del departamento.