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Mientras continúan las investigaciones en torno al secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses y el lamentable fallecimiento de dos de ellos en Matamoros, Tamaulipas, elementos de las Fuerzas de Seguridad federales y estatales se mantienen buscando a los responsables de este hecho violento.
Hasta el momento se ha logrado el arresto de un joven de 24 años, quien era el encargado de vigilar la casa en la que fueron halladas las víctimas, sin embargo, el gobierno mexicano intenta dar con el responsable de ordenar el ataque.
Asimismo, se dio a conocer que participaron al menos 10 delincuentes quienes vigilaron, interceptaron, atacaron, trasladaron y mantuvieron cautivas a las víctimas durante 4 días en el poblado El Tecolote, ubicado al oriente de Matamoros.
Esto se determinó tras revisar al menos 3 cámaras de vigilancia instaladas en el sitio en donde se registró el secuestro, 2 de las cuales apuntan directamente a la escena del crimen.
Además, se revisan las cámaras que están colocadas en otros cruceros de la ciudad, por donde los criminales habrían pasado mientras trasladaban a sus víctimas.
Aunque el gobierno mexicano no ha dado a conocer la razón exacta que motivó el secuestro de los cuatro jóvenes estadounidenses, hasta ahora la hipótesis sostenida como principal línea de investigación es que fueron confundidos por “halcones” del Cártel del Golfo.
Al parecer, los sicarios habrían pensado que se trataba de migrantes haitianos involucrados en actividades relacionadas con el tráfico de personas, por ello los intentaron detener y, ante la resistencia, decidieron dispararles.
Posteriormente, Latavia Washington y Eric Williams, los dos jóvenes que sobrevivieron al ataque, fueron subidos a una camioneta pick up junto con los cuerpos de Zindell Brown y Shaeed Woodard.
Los criminales cruzaron por una de las principales y más transitadas avenidas de Matamoros. En su recorrido pasaron frente a, por lo menos, una decena de cámaras de video vigilancia, hasta que se perdieron en la zona rural del poblado El Tecolote.
Una vez ahí, mantuvieron retenidos a los estadounidenses en un pequeño cuarto de madera de apenas unos 10 metros cuadrados, es decir, el lugar en donde finalmente fueron encontrados por las autoridades, y que ahora luce desolado con apenas unas cintas amarillas que revelan que se trata de la escena de un crimen.
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