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En una audiencia del 23 de febrero pasado, la agente de seguros de Gilbert, Jacqueline Breger, acusó a la gobernadora de Arizona, Kattie Hobbs, y a otros funcionarios, de recibir sobornos del Cártel de Sinaloa.
Según Breger, el esquema de sobornos para el presunto lavado de dinero ocurrió a través de propiedades, aunque en la audiencia, la agente de seguros presentó algunos documentos, sin que se pudieran demostrar dichos sobornos.
Se pidió una postura oficial a la oficina de la gobernadora Hobbs, pero hasta el momento no ha habido una respuesta.
Las sorpresivas acusaciones de Breger llevaron a los principales legisladores republicanos –de los comités electorales de la Cámara y el Senado—a señalar el testimonio como “errático”, luego de que el video del testimonio se volviera viral con la etiqueta #CartelKatie.
Aunque no hubiera mayor información para corroborar las afirmaciones, el hecho de que fueran hechas ante legisladores republicanos en su capacidad oficial en el Capitolio estatal –a la cual los demócratas en los comités no acudieron– dio a las acusaciones suficiente credibilidad para difundirse.
Hechos similares ocurren en tribunales, cuando algún personaje es mencionado con nexos con el narcotráfico. El caso más reciente fue el de exsecretario de Seguridad Pública en México, Genaro García Luna, quien fue señalado en el juicio a Joaquín “El Chapo” Guzmán por recibir millones de dólares, ahora está preso y fue hallado culpable de proteger al Cártel de Sinaloa.
Sobre la audiencia en Arizona, el presidente de la Cámara, el republicano Ben Toma, criticó los hechos y culpó a la representante republicana Liz Harris, a quien se ubica como asidua a las teorías de conspiración.
“No soy el único que cree que fue irresponsable y de mal juicio que la Sra. Harris invitara a una persona a presentar acusaciones infundadas y difamatorias en un foro legislativo”, dijo Toma.
El presidente republicano del Senado, Warren Petersen, lamentó que los testimonios no fueran revisados por líderes republicanos antes de que fueran presentados.
“Este definitivamente no era el lugar adecuado para hacer tales acusaciones”, dijo Petersen.
A pesar de marcar su distancia, no queda claro si las autoridades investigarán más a fondo las acusaciones, a fin de descartar por completo cualquier señalamiento de sobornos.
