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Tres altos funcionarios del condado más poblado de Texas han pedido a la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia que envíe supervisores federales al condado de Harris para las elecciones de noviembre, a fin de supervisar lo que los funcionarios electorales del condado de Harris consideran que es un esfuerzo de los funcionarios estatales republicanos para “enfriar la confianza de los votantes en las elecciones” e “intimidar” a los trabajadores electorales, según CNN.
A principios de esta semana, el director de la División de Auditoría Forense de la oficina del secretario de estado de Texas envió una carta a los funcionarios electorales del condado de Harris informándoles que enviaría “un contingente de inspectores” para observar el “conteo central” de los votos durante la próxima semana, cuando la votación anticipada en Texas está programada para comenzar.
La carta decía que los inspectores “realizarían verificaciones aleatorias en los registros electorales” y que la oficina del fiscal general del estado también “enviaría un grupo de trabajo… para responder de inmediato a cualquier problema legal identificado por el secretario de estado, los inspectores, los observadores electorales o los votantes. ”
La oficina del secretario de estado de Texas dijo que los equipos de sus inspectores son necesarios, debido a sus hallazgos en una “auditoría” en curso de las elecciones presidenciales de 2020 en el condado de Harris, que incluye a Houston. Trump ganó las elecciones en el estado de Texas en 2020.
Esa llamada auditoría postelectoral en Texas de las elecciones de 2020, se lanzó cuando los republicanos en estados como Wisconsin, Pensilvania y Arizona siguieron adelante con revisiones partidistas que parecían diseñadas para socavar los resultados de las elecciones de 2020 y demostrar la lealtad de los republicanos locales a Trump.
Chad Ennis, director de la División de Auditoría Forense, dijo en la carta del martes a Clifford Tatum, el administrador de elecciones del condado de Harris, que la división de auditoría había identificado varias urnas móviles de las elecciones generales de 2020 que carecían de la “cadena de custodia de votación adecuada” y que están solicitando acciones correctivas.
Pero los altos funcionarios del condado, incluido el fiscal del condado de Harris, Christian Menefee, el alcalde de Houston, Sylvester Turner, y la jueza del condado de Harris, Lina Hidalgo, así como los funcionarios del Partido Demócrata del condado de Harris, caracterizaron los movimientos de la oficina del secretario de estado como una artimaña para “interferir” en las elecciones generales de noviembre, puesto que esas urnas ya ni siquiera se usan.
En su carta a la fiscal general adjunta Kristen Clarke, Menefee, Turner e Hidalgo sugirieron que los funcionarios del secretario de estado de Texas están utilizando la “auditoría” de las elecciones de 2020 como “pretexto para interrumpir los procesos electorales en el condado más grande de Texas”.
“Estas acciones parecen estar diseñadas para debilitar la confianza de los votantes en el proceso electoral en el condado de Harris y para interrumpir e intimidar a los trabajadores electorales locales mientras ejecutan sus funciones para garantizar que las elecciones de 2022 sean ‘tranquilas y seguras’, como describió el Secretario de Estado de Texas de las elecciones de 2020 en ese momento”, escribieron los tres funcionarios del condado de Harris. “Por lo tanto, solicitamos respetuosamente que la División de Derechos Civiles envíe monitores electorales al condado de Harris para garantizar que los derechos de voto de los residentes del condado de Harris estén protegidos”.
La oficina del secretario de estado respondió en un comunicado más tarde el jueves, calificando las sugerencias de los tres funcionarios del condado de Harris como “completamente falsas y una distorsión cínica de la ley y la verdad, en un intento de engañar a los votantes, miembros del público, la prensa y al Departamento de Justicia de Estados Unidos”.
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